La comunidad médica rebate las críticas sin sentido de Podemos a las donaciones de Amancio Ortega

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Las donaciones de Amancio Ortega a la sanidad pública para redoblar esfuerzos en la lucha contra el cáncer llegan rodeadas de polémica. Primero fue Isa Serra, candidata de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, quien aseguró que «la sanidad pública no puede aceptar donaciones de Amancio Ortega».

Continuó después el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, al asegurar ayer que «una democracia digna no acepta limosnas de multimillonarios» y que «España necesita que los ricos paguen impuestos que se traducen en hospitales» en lugar de las donaciones del dueño de Inditex.

Las donaciones, sin embargo, son una práctica extendida entre las grandes fortunas de todo el mundo y suelen concentrarse en temas como la educación, la investigación y la sanidad o el cuidado del medio ambiente.

Cada mañana se ponen en marcha en hospitales de toda España hasta trescientos aceleradores lineales y mamógrafos donados por la Fundación Amancio Ortega (FAO). Su precio puede llegar a los dos millones de euros por unidad, pero no hay ceros suficientes para medir su valor curativo. Porque, como algunos de los profesionales que las manejan a diario destacan a Agencia6, «estos aceleradores lineales son la tecnología más avanzada, al nivel de los mejores hospitales del mundo». Las máquinas que el creador de Inditex donó a la sanidad pública desde 2015 han tratado ya a decenas de miles de pacientes aquejados de todo tipo de tumores. Su potencial es tal que permiten reducir las sesiones de tratamiento a la mitad, apurando el proceso de curación y agilizando las listas de espera. Además, resultan más efectivos porque su tecnología es más «fina» y permite encarar mejor el tumor. La lista de ventajas es, a ojos de médicos y pacientes, interminable. Sin embargo, su procedencia ha vuelto a ponerlos en el punto de mira de algunos políticos, que reducen la donación a una «limosna» que las comunidades deberían «rechazar».

Serra cae en el ridículo

El polémico llamamiento lanzado por los de Pablo Iglesias el pasado fin de semana de boca de la candidata de Podemos a presidir la Comunidad de Madrid, Isabel Serra, incendió las redes y generó un cruce de acusaciones en el que la palabra de los protagonistas de esta historia parece no tener valor. Los de Iglesias lamentan que «una democracia digna acepte limosnas de multimillonarios para dotar su sistema sanitario». Una interpretación de este tipo de ayudas que choca frontalmente con el mecenazgo que marca el paso en otros países de la UE y, sobre todo, en EE. UU., donde los donantes apadrinan con sus nombres maquinaria e investigaciones punteras.

Solo el pasado año, el fundador de Amazon, Jezz Bezos, donó dos mil millones de dólares de su bolsillo. En el caso de Bill Gates, el mayor filántropo del mundo, estas ayudas se disparan hasta los 27.000 millones, gran parte destinados a proyectos clínicos de última generación como el desarrollo de vacunas solubes y resistentes al calor o de un gel vaginal contra el VIH. Fuera de las fronteras españolas, y lejos de ser criticada, la donación de Ortega logró que «en Europa y en EE.UU. se comentase esta importante renovación», asegura el oncólogo gallego Antonio Gómez Caamaño.

Galicia

Precisamente, la primera comunidad en beneficiarse de la instalación de esta tecnología fue Galicia, donde la colaboración entre el Sergas y la FAO se remonta a 2015. Hasta el momento se han invertido cerca de 17 millones de euros, distribuidos entre doce aceleradores y 16 mamógrafos que han ido a parar a los principales centros hospitalarios. Las últimas actualizaciones se esperan para el 2021.

Comunidad Valenciana

En la Comunidad Valenciana, el empresario español ha donado los 29,8 millones de euros que costaron los equipos oncológicos de última generación que han recibido hospitales de toda la comunidad desde la firma del convenio, en octubre de 2018. Este dinero ha sido bien recibido por el Gobierno valenciano. De hecho, el presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, defendió ayer dichas donaciones, al señalar que no veía «ningún tipo de incompatibilidad» en cumplir con la fiscalidad y, al mismo tiempo, «tener responsabilidad social».

Comunidad de Madrid

Madrid es la segunda comunidad que más ayuda recibe de la Fundación Amancio Ortega: 46,5 millones de euros, según un convenio firmado el pasado diciembre y que incluye dotar a los hospitales públicos madrileños con 23 equipos de última generación contra el cáncer. Entre ellos se encuentra el superacelerador que permite hacer resonancias y obtener imágenes de alta precisión del tumor al tiempo que se interviene en él. Es el primero que habrá en un centro hospitalario europeo, y estará en La Paz a partir de julio.

El resto de equipos llegarán al 12 de Octubre, el Gregorio Marañón y el Ramón y Cajal, entre otros hospitales madrileños. El consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, valora muy positivamente la ayuda: «Estamos encantados de esta generosidad, que nos ayuda mucho; la donación llega y nosotros decidimos en qué equipos se invierte, lo que nos permite destinar parte del presupuesto a otros usos; todo son ventajas. Ojalá siga haciendo muchas donaciones más».

Castilla-La Mancha

En Castilla-La Mancha los hospitales públicos han podido adquirir equipamiento tecnológico de última generación por un importe de 15 millones de euros. Este dinero fue recibido hace dos años como «agua de mayo» por el Gobierno del socialista Emiliano García-Page. Sin embargo, a mediados de marzo de este año, el PP de Castilla-La Mancha criticó la «inoperancia» del Gobierno de García-Page por «no ser capaz» de instalar los últimos equipos.

Andalucía

La filantropía del magnate de la industria textil con la sanidad andaluza se cifra en 40 millones de euros, según el convenio suscrito en mayo de 2016. En total, la generosidad de Ortega permitirá adquirir 16 máquinas ALE, dos TAC y tres equipos de tomoterapia. Entre el equipo médico y sus usuarias, todo son palabras de elogio. Amalia Palacios, jefa de servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Reina Sofía de Córdoba, afirma que esta tecnología «aligera costes y hace que los pacientes ganen años de vida. Con eso se va al garete cualquier crítica», advierte.

Navarra

Nadie lo desea, pero si algún día la portavoz de Podemos, la navarra Ione Belarra, tiene la desgracia de padecer un cáncer, ya no tendrá que ser atendida en un centro privado gracias a la donación de la Fundación Amancio Ortega que tanto critica. En marzo de 2017, el Gobierno firmó un acuerdo por el que, gracias al dinero del creador de Inditex, el Complejo Hospitalario de Navarra adquiriría 5 equipos para la atención oncológica. Todo ello está valorado en 5,7 millones de euros.

Cataluña

Gracias al impulso económico de la FAO, Cataluña también ha acelerado la modernización de su arsenal oncológico. En 2017, la entidad cerró con el gobierno catalán un acuerdo para invertir una partida de 47 millones en renovar los equipos oncológicos de la sanidad pública de la comunidad. Esto ha supuesto, según precisan a Agencia6 fuentes del sector, uno de los espaldarazos económicos más importantes que ha recibido Cataluña para impulsar su modelo sanitario, que es puntero en Europa».

Aragón

El acuerdo de colaboración entre la Fundación Amancio Ortega y el Gobierno aragonés se firmó hace apenas dos años y, en este momento, ya están instalados y operativos 45 de esos equipos de última generación. Solo falta instalar el último de ellos, un acelerador de radioterapia para tratamientos oncológicos, que estará operativo a finales de este año en el hospital Miguel Servet.

Castilla y León

En mayo de 2017, Castilla y León y la FAO firmaron un acuerdo por el que el dueño de Inditex aportaría 18,2 millones para la adquisición de tecnología de última generación. Dos años después, ese presupuesto se ha destinado a la actualización del parque de equipos, en su mayor parte, mamógrafos, lo cual ha permitido poder cumplir con los objetivos del programa de detección precoz.

Islas Baleares

El servicio de salud balear ya tiene en servicio en sus centros aproximadamente el 65% del equipamiento de alta tecnología para la atención del cáncer de mama. En ese contexto, se prevé que a lo largo de 2019 se complete la adquisición de los equipos que aún faltan. La inversión total es de 6,3 millones de euros.

País Vasco

La lucha contra el cáncer en el País Vasco también tiene el sello de la Fundación Amancio Ortega, que donó al servicio autonómico de Salud un total de 14,7 millones de euros para la compra de equipos de última generación para el diagnóstico y el tratamiento de este tipo de enfermedades. Se trata de cinco aceleradores lineales para radioterapia que están siendo instalados en los hospitales universitarios de Cruces, Basurto, Álava y San Sebastián, además de un mamógrafo para el programa de «screenening».

Desde Osakidetza apuntaron a Agencia6 que este tipo de colaboraciones son «positivas» para mejorar los tratamientos de las personas con cáncer. «Es preciso recordar que es la primera causa de muerte en Euskadi y que el 60% de los que lo padecen reciben tratamientos de radioterapia», destacaron las mismas fuentes, que añadieron que la responsabilidad del Ejecutivo autonómico es la de «gestionar los recursos de manera eficiente y eficaz».

Ayer un político autonómico, el cántabro Miguel Ángel Revilla, resumió su sentir: «Nosotros decimos «gracias y mande usted más»», emplazó al empresario textil gallego.

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