Como ya informamos, Vox planea repetir durante los días 8 y 9 de octubre el evento Viva, en el que la formación busca acercarse a la ciudadanía mediante una gran fiesta que celebre las tradiciones y la historia de España. Como novedad de la edición de 2022, las empresas ocuparán un lugar destacado.
El partido de Abascal así lo ha expresado mediante un email enviado a sus afiliados: «En VOX valoramos enormemente a todos aquellos españoles que tienen la valentía de emprender y abrir la persiana de su negocio todas las mañanas. Aquellos que con sus buenas prácticas e ideas visibilizan la marca “España” por todo el mundo. Por ello, creemos que VIVA 22 puede ser un escaparate único para mostrar sus productos.»
2000 euros por “levantar la persiana” en Viva22
Sin embargo, la publicidad para las empresas que deseen estar presentes en el evento mediante una carpa no será gratis. En el mismo email dirigido a los afiliados, Vox ha publicado la lista de precios que deberán pagar aquellos emprendedores, empresas y autónomos que aspiren a que Santiago Abascal o Javier Ortega Smith ejerzan por unas horas de anfitriones de su negocio, que en el caso de los espacios «Premium» superará los 2000 euros por las 48 horas que durará el evento.
Se desconoce si el sindicato de Vox, SOLIDARIDAD, deberá abonar al partido la misma cantidad que se exige a los sufridos trabajadores por ocupar un espacio de coste muy superior al de un mes de alquiler en un local de lujo de cualquier ciudad española.
Modelo Vallecano
El email en el que Vox incita a sus afiliados a buscar empresas que deseen anunciarse durante Viva 22 encierra un extraño detalle. En el mismo se puede leer «Se pondrán a disposición de los emprendedores, empresas y autónomos varios espacios con distintas características, a través de la empresa responsable«
Esta alusión a una empresa encargada de la gestión de los espacios del evento, recuerda a la estratagema que la cuenta de Twitter Vallekas se Defiende (@VKseDefiende) ya denunció a primeros de Junio, y según la cual, Vox se estaría financiando con chiringuitos encubiertos concedidos por el ayuntamiento de Madrid para las fiestas de los barrios.
Según la cuenta de twitter, «Durante las fiestas, la junta de distrito concede casetas a los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento, entre ellos a Vox. Pero además, deja unas pocas casetas para las asociaciones del barrio. Este año en Vallecas han concedido una de las pocas casetas a una asociación fantasma sin actividad ninguna llamada ‘Avanza Puente de Vallecas’. Resulta que es una de las muchas asociaciones fantasma que creó Vox en 2021 en cada barrio para sacar dinero sin hacer nada«.
De modo similar, parece que en esta ocasión es una empresa, cuya identidad no ha trascendido, la que ha pagado a Vox por la gestión y explotación del espacio, cobrando a los asistentes por la instalación de casetas y carpas en Viva 2022.
Las casetas son cosa de socialistas
Irónicamente, hace menos de un año el grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento de Fuenlabrada renunció a la tradicional caseta que los partidos políticos tienen en la Fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Misericordia argumentando que «una vez más VOX se queda solo en la coherente defensa de lo lógico y asume, con esa misma coherencia, lo que dice y lo hace. Dijimos que las casetas debían explotarlas los hosteleros y nosotros no montaremos la caseta este 2021. Este año nuestras tradiciones, nuestros hosteleros y nuestros comercios nos necesitan fuera de la caseta y de la carpa» por eso defendían que, «con la negativa del gobierno socialista y el resto de la oposición, que debía ser la Asociación de Hosteleros de la ciudad la que llevase a cabo la explotación de todas las casetas en estas Fiestas de 2021«.
«Solo VOX defendió el apoyo durante estas importantes fechas al sector de la hostelería, mientras que el resto utilizó cualquier tipo de vericueto legal para mantener unas casetas que, a todas luces, son absolutamente extemporáneas y no ayudan en nada a los hosteleros y comerciantes de nuestra ciudad«, concluían.
Represalias a empresarios
Más allá de la ética o licitud de cobrar en plena crisis por instalar sus stands en el evento a los maltrechos emprendedores, destaca el riesgo de que esta forma de promoción se vuelva en su contra.
Este verano saltaban a los medios las amenazas sufridas por el Chef Solana, tras publicar una foto acompañado de los líderes de Vox, Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio durante la visita que hicieron a su restaurante. «Me han llegado mensajes privados con amenazas muy graves, hasta de muerte o que me van a quemar el restaurante» se lamentaba el hostelero.
Lejos de tratarse de un caso aislado, los boicots a empresarios por motivos políticos son habituales. En la otra cara de la moneda, el restaurante Casa María sufrió ataques similares tras dar de comer a Pablo Iglesias e Irene Montero, líderes de Podemos. Otros locales han corrido idéntica suerte, como Casa Bigote, que sufrió la furia de los morados cuando otro de sus cabecillas, Juan Carlos Monedero, fue increpado mientras comía en sus salones o el bar Ideal, propiedad del periodista de la Sexta Dani Mateo.
Empresas catalanas como Codorniu o Casa Tarradellas son ya habituales de estos embargos ideológicos. En el caso catalán se estima que el 23 % de los españoles dejó de comer productos con esta denominación haciendo caer su venta al resto de España en torno a 10 puntos. Un riesgo que tal vez, muchos empresarios no estén dispuestos a correr, y menos aún pagando.
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