¿Sentencia confinada u olvidada en Benidorm?

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Una opinión de José Antonio Corachán Marzal

¿Tambien las sentencias se pueden confinar?… ¡Yo que se!, lo cierto es que en los últimos tiempos se ha puesto de moda el modo confinamiento, en ocasiones enriquecido con el perimetral, por eso aprovechando que anda por ahí una sentencia olvidada y no cumplida, se me ha ocurrido calificarla como confinada sintomática no vacunada, a la espera de que en cualquier momento el equipo de gobierno de nuestro Ayuntamiento (el de Benidorm para los lectores del resto del mundo), se decida a vacunarse con transparentina y cumpla la sentencia.

El caso tiene su gracia como otros muchos, recordemos la Estación de Autobuses, la nueva Comisaría de la Policía Nacional, las canchas de la Pelota Valenciana, el tranvía que iba a discurrir por nuestras avenidas, el tanatorio municipal más sostenible del mundo, el Hospital Público al que en 2010 le pusieron el nombre de «Virgen del Sufragio», la Casa de Cultura cuya primera piedra se puso en 2007… Cuando resulta que hay mas autobuses fuera de la estación que en ella, la Policía esta mas segura en la calle que en su actual ubicación, entre aficionados y pelotaris de la Pelota Valenciana se supera escasamente la docena, el Tram como no lo situen sobre las aceras no tien por donde circular y la Casa de Cultura reconvertida a mini-casa anda buscando para albergar en ella la mini-cultura que no encuentra.

Pero a lo que vamos, hace años unos iluminados promotores bautizaron una urbanización sita al final de la Avda. De Nicaragua con el nombre de CLUB MÉDICO. Tengo mi dudas en cuanto al apelativo de “club”, pero lo de “médico”… los únicos médicos de ese club fueron los dos promotores, que comenzaron su club con cuatro edificios junto a la citada avenida y culminaron con tres edificios más (Torres V, VI y VII) junto a la vía férrea del trenet actualmente reciclado a TRAM. Por cierto, sólo unos metros mas arriba, por donde discurre la AP-7, su construcción arrasó un poblado ibérico. El poblado hacía siglos que estaba abandonado, no pagaba IBI, no pagaba vados ni recogida de residuos por inexistentes, ni nada de nada, así que la cultura de las vías rápidas de pago acabó con él y estuvimos mas de cincuenta años pagando por incultos.

Volvemos a lo nuestro. Ya tenemos localizado a uno de los imputados en la sentencia, la Comunidad de Propietarios de las Torres Club Médico V, VI y VII, el otro protagonista como ya puede imaginarse el lector es nuestro Ayuntamiento. Hace años decidieron por orden de la Generalidad Valenciana conectar la urbanzación de las tres torres a la red general de alcantarillado (hasta entonces inexistente) y para ello tuvieron que levantar el asfaltado de la avenida, que previamente habíamos financiado entre los vecinos en dos ocasiones puntuales, a pesar de ello el Ayuntamiento intentó cobrarnos el importe de las obras mediante unos impuestos especiales y tuvimos que recurrir a la justicia para recobrar lo pagado.

Según el Plan General de Urbanismo de Benidorm, toda esa zona está declarada como residencial, es decir, solo se admite la construcción de viviendas, no obstante y a pesar de que el PGOU dice lo que dice, el Ayuntamiento hizo lo que quiso. Al grano, lo cierto es que en la zona hay una industria hotelera “Hotel Terralta” y en los bajos de las torres una sala de despiece “Industrias Cárnicas Abellán” y ¿que pasa? ¿para que sirve el PGOU? Pues no pasa nada, que si hay un roto o un descosido, se tapa con o sin remiendo pero sin enmienda, aplican corrupcionina y todo resuleto. Este sistema corrupto ya viene de lejos… ¿A caso unos metros más arriba, por donde discurre la autopista AP-7, no se tapó un poblado ibérico y durante 50 años no ha pasado nada?…

El asunto de la industria cárnica del Club es que cuando se construyó al no existir red de alcantarillado, se conectó a la fosa séptica de la urbanización. Al construir el alcantaillado el nivel de la fosa ha quedado más bajo y regularmente hay que bombear el contenido de la fosa a la red, lo que provoca un ambiente pestilente y desagradable en la zona. Denunciado el caso, la Policía Local acudió para incoar el preceptivo informe y en repetidas ocasiones se le negó el acceso… Dice el refrán que “quien da primero, da dos veces” y al parecer la Comunidad de Propietarios aplicó el refrán y denunció al Ayuntamiento por acoso.

El asunto siguió su curso judicial y llegó a dictarse sentencia por la que obligaba al Ayuntamiento a poner las cosas en orden. Al día de hoy todo sigue igual… olvidado como el poblado ibérico pero con el perfume putrefacto añadido. Entonces, alarmado por el número de fallecimientos por cáncer de diversa etilogía en la zona, comencé a investigar la posible relación existente entre la emanación de los gases originados por el vertido y/o decantación de residuos orgánicos y la citada enfermedad. Para ello consulté los posibles conocimentos sobre el tema entre varias universidades europeas de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia… y toda ellas coincidían en dos puntos básicos:

*1. Los gases producidos por estos fertidos son tóxicos y muchos de sus componentes son reconocidos como cancerígenos.
*2. Los estudios estaban centrados en las estaciones depuradoras (EDAR) y estas siempre están alejadas de los centros urbanos.Es decir, no existían estudios sobre la relación directa y evidente entre la inhalación de los gases y su implicación cancerígena.

Llegado a este punto, regresé al de partida, repasé la normativa de la Generalitat Valenciana sobre mataderos y salas de despiece, viendo que tanto unos como otros están derivados exclusivamente a zonas industriales. Está claro que el volumen de vertidos de un matadero y de una sala de despiece son distintos, pero no son diferentes en su conformación y por tanto su desomposición juntamente con los metales pesados y tóxicos de los detergentes caseros, producen gases altamente nocivos para la salud.

Resumen, que para algunos políticos cuando por una parte los interese económicos privados y por otra las normas o leyes entran en colisión, hacen prevalecer los primeros sobre los segundos, aparece la conocida corrupción y con ella sin abandonar el principio de inocencia, se termina en los brazos del conocido refrán “Piensa mal y acertarás”. Y me pregunto, quien tiene voluntad y dinero para corromper, ¿que hace?¿se hace simpatizante, aplaudidor o militante del partido político que esté en el gobierno y así eludir las normas y leyes que molestan a su economía?… Cuando el poder político y el judicial no sincronizan la democracia cambia su nombre a corrupción.

¡Que vergüenza!.
José Antonio Corachán Marzal
Diplomado en Anticorrupción

José Antonio Corachán es el jefe de opinión en Agencia 6
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