Bill Gates, Obama, Elon Musk, Biden y Apple entre las víctimas de la quiebra de seguridad de la red social Twitter
Las cuentas en Twitter de empresarios como Jeff Bezos de Amazon, Elon Musk de Tesla, la cuenta corporativa de Apple y la de Bill Gates e incluso las de políticos como Barack Obama o Joe Biden fueron atacadas a la vez el miércoles alrededor de las nueve de la noche hora española por piratas informáticos para perpetrar un fraude con bitcoin.
Cuentas de criptomonedas también fueron hackeadas con el mismo mensaje fraudulento a los millones de seguidores de aquellos que han visto comprometida su privacidad en la red. Todas ellas eran cuentas verificadas.
El mensaje aseguraba que el empresario, político o la empresa había llegado a un acuerdo con CryptoForHealth e iban a dar 5.000 bitcoins a la comunidad. El mensaje se completa con un vínculo a una página web con el que proceder a una transacción. La propuesta es que por cada $1.000 que se donara la víctima del hackeo donaría $2.000.
Los mensajes fueron borrados y Twitter está investigando la quiebra de seguridad. La página web también está ya borrada. La preocupación es máxima en estos momentos.
Hace menos de una semana la National Consumers League (NCL) de Estados Unidos pidió al Congreso que hiciera más por proteger a los americanos más vulnerables de la gran oleada de fraude que nace de la pandemia del COVID-19. En este caso, el ataque en Twitter hace ver que hay trampas a la buena voluntad de muchas personas.
La directora de la NCL, Sally Greenberg, dijo al respecto que el fraude ligado a la pandemia está afectando a millones de consumidores y costando miles de millones a los contribuyentes.
“El COVID-19 ha creado un tsunami sin precedente de fraudes. La combinación del miedo y la desinformación sobre el virus a los que se añade la catástrofe económica ha hecho que los consumidores sean más vulnerables que nunca”, explicaba Greenberg.
El colapso económico junto con la ayuda económica que se ha puesto en marcha ha creado una oportunidad de oro para que los defraudadores se aprovechen de la generosidad y de la buena voluntad de muchas personas para embolsarse millones.
Fuente: El Diario de Nueva York