OPINIÓN
Hace tres días recibimos en Agencia6 denuncias desesperadas de padres y abuelos sobre la situación de un grupo de niños que cursan sus estudios en el Instituto Figueras Pacheco de Alicante capital, en el Barrio de La Florida.
Me puse en marcha. Llamé al instituto y todo eran llamadas en espera. Me pidieron mi número para localizarme desde la dirección del centro, o….váyase Usted a saber quién podría aclarar algo. Nadie devolvió mi llamada de preocupación, yo sólo pretendía asegurarme de la verdad antes de publicar nada.
Quede claro que doy por asumido que Ustedes van a entender que lo que cuento aquí se ciñe a la actuación de un centro educativo alicantino, para nada estoy generalizando. Incluso creo que debo decir que lo que aquí se dice se ciñe al comportamiento de uno de sus funcionarios
Resulta que el 2 de noviembre, una madre anuncia en el grupo de whatsapp del curso de su hijo, que el niño había dado positivo en covid. Las madres evitan llevar a sus pequeños ya pre adolescentes al instituto, y ante la falta de información del centro, acuden a los pediatras de su Centro de Salud, y reciben el consejo de confinar a los chavales hasta que el «coordinador covid» del Figueras Pacheco se pusieran en contacto con las familias. Así lo marca el protocolo, un protocolo que se pasaron por el forro de lo que ponen las gallinas.
Hablando de gallinas, y ante la imposibilidad de saber al menos la versión del centro DIEZ DÍAS después de dar positivo un niño y no saber nada sus compañeros, llamé a la Consellería de Sanitat y me remitieron al protocolo. No convencido, llamé al Ayuntamiento de Alicante para saber si el Alcalde o el concejal de Sanidad podían decirme algo. No tenían ni idea del asunto, y lo que me transmiten es que Don Luis Barcala está «hasta las narices» ante la nula información que le transmiten desde Valencia de todo lo que sucede en Alicante con el covid en los centros educativos y el resto de la población.
Ante ese panorama, ayer llamé de nuevo al centro. La telefonista se sorprende cuando le digo que me pase con el «coordinador Covid». Pregunta a un compañero «que quién es». La buena mujer no tenía ni idea…..pero me pasa con una Señorita Rottenmeyer que, como sucede con muchos funcionarios, se creen los dueños de la finca en lugar de actuar como empleados del pueblo, que somos quienes les pagamos.
Me trató como un despojo. Se puso chula y tuve que decirle cuatro cosas bien dichas. La puse en evidencia a ella y al centro por tener más de diez días a niños confinados en casa sin haberse puestos en contacto con ellos, y ni tan siquiera los profesores salvo uno, les han atendido telemáticamente en sus asignaturas
Uno, que ya es viejo en estas cosas, sabía desde que levanté por primera vez el teléfono que algo así iba a sucederme en el seguimiento de esta noticia. Por ello decidí grabarlo todo, y está a disposición de Ustedes si quieren escucharlo. Es para enmarcar, es para la historia del sinsentido en el control del covid en los centros educativos de la Comunidad Valenciana, porque si esto ha sucedido con el «coordinador covid» en el Figueras Pacheco de Alicante, qué no pasará en otros puntos.
Desde luego, si la actuación ante la pandemia es ésta, apañados vamos. Se ponen en juego vidas, los niños pierden sus estudios, la desesperación de las familias va en aumento……pero las «rottenmeyer» de turno cobran a fin de mes mientras las familias que les pagamos el sueldo en muchos casos no tienen para comer buena parte de ellos debido a la terrible crisis económica que nos ha generado la pandemia y este tipo de comportamientos abyectos. A esto hemos llegado.
Termino. Cuando la irresponsable funcionaria del Figueras Pacheco me escupió estricnina y me demostró ser del Partido de los Protervos (Partido de la Maldad), llamé a una de las madres afectadas para comentarle el episodio. Le pasé la grabación telefónica para que comprobase la crueldad del episodio……y su respuesta fue que ahora «mi niño puede tener represalias como otras veces, por habernos quejado». Sin comentarios.
La susodicha «coordinadora covid», la misma que en diez días no había llamado a los padres, sí lo hizo de inmediato, y lo hizo para abroncar a los padres por haberse quejado, metiéndoles el miedo en el cuerpo, demostrando ser lo que algunos funcionarios son, unos lerdos aspirantes a mandar sobre quienes pagamos su trabajo con nuestros impuestos
Hoy, ese niño y otros van a volver a clase habiendo perdido diez días sin clase vía telemática. Y lo hacen sin haberles realizado pruebas por si están contagiados y saber en caso positivo si son transmisores de la enfermedad. El famoso protocolo, en este caso, se lo pueden guardar donde más gustirrinín les dé a toda esta ganadería de irresponsables
Esta es la España que estamos creando, con gente acojonada, acongojada, con el miedo en el cuerpo, confinada, probablemente contagiada…..y sin derecho a quejarse ni pedir explicaciones
Conmigo que no cuenten. Hoy pasaré por Fiscalía a entregar todo, creo que es mi obligación como español haber hecho lo que hice en defensa de los niños, como creo que hoy es mi obligación de ponerlo en manos de la Justicia. Si quieren actuar jueces y fiscales que lo hagan, y si no lo estiman oportuno, seguiremos con este deterioro que nos tiene ya al borde del precipicio. Yo al menos no pienso claudicar. Sólo Dios acallará mi voz.
Feliz jueves a todos.
