Parece que la polémica no abandona Banyeres de Mariola gracias al monumento dedicado a Jaime I, al que la pequeña localidad ha apodado como «el Pajas«. Después de que este medio adelantase en exclusiva las imágenes de la escultura, la pose del histórico rey se ha convertido en noticia nacional, sin embargo otro debate mucho más serio también se ha abierto paso en la localidad debido a la opacidad que rodea a la licitación de la viral estatua.
Una «paja» de 70.000 euros
Las dudas en torno al precio que el ayuntamiento de Banyeres ha pagado por «el Pajas» han sido despejadas rápidamente por José Carlos Molina Benítez, concejal del PP en la localidad, quien a través de las redes ha revelado que el coste de licitación de la obra ha sido de 59.300 euros, más unos 6000 euros adicionales que se presupuestaron para la peana y que permanecen sin confirmar, dado que el ayuntamiento no ha hecho públicas las cuentas.
En efecto, la sección dedicada a Información sobre contratación, convenios y subvenciones del portal de transparencia de la web del ayuntamiento permanece sin actualizar desde 2018, sin embargo, a través de una compleja búsqueda en la plataforma de contratación del estado (a la que remite), es posible acceder al pliego de condiciones donde se confirma la cifra dada por el PP, a la que hay que sumar el correspondiente IVA y el coste del pedestal, suponiendo un desembolso final de 71.230 euros.
¿Inversión o despilfarro?
Las opiniones de los vecinos se han dividido entre los que ven al «Pajas» como un completo despilfarro, dada la precaria situación del pueblo por su falta de servicios básicos y los que creen que la escultura es un valor añadido a la ciudad, a la que aporta una bella obra de arte que rinde merecido homenaje a su fundador.
Este medio, en busca de una opinión objetiva, ha consultado a los especialistas de «Sofrosine, Arte e inversión«, galería madrileña especializada en tasación de arte. Su responsable cree que, más allá de consideraciones subjetivas, la trayectoria del escultor de la obra, el bañerense Vicente Ferrero, no es lo suficientemente relevante como para justificar los más de 70.000 euros que ha costado la escultura, que en su opinión, superan ampliamente su verdadero precio de mercado, estimado al menos en un 30% por debajo del pagado.
El escultor se ha limitado a la venta de piezas para instituciones o a pequeños coleccionistas privados, centrando su trayectoria en la actividad académica más que en la producción artística, pues como se puede ver a través de Artprice, web de referencia del sector, Vicente Ferrero nunca ha sacado obra a subasta, que es lo que hace que esta se cotice en el mercado.
Como ejemplo con el que poder comparar, Sofrosine destaca el precio de subasta que alcanzó la obra de Eusebio Sempere, máximo exponente de la escultura contemporánea alicantina y premio Príncipe de Asturias de las bellas artes, quien marcó un récord histórico en 2021 cuando una de sus piezas (también metálica y de tamaño similar a la de Ferrero) se vendió en Madrid por 68.000 euros, es decir, 3.230 euros menos de lo que ha costado el «Pajas».
Atractivo turístico
Sería injusto juzgar la obra solo por su valor de mercado. La realidad es que en las redes sociales ya es todo un fenómeno que puede convertirse muy pronto en un atractivo más de la población, como ya sucedió en su momento con el Ecce Homo de Borja. Tal vez los 70.000 euros que ha costado a Banyeres se recuperen pronto con la afluencia de turistas ávidos de fotografiarse junto al rey Jaime I, mientras este saca brillo a su espada.