- Seis años después de independizarse reclama una pensión de alimentos
- No estudiaba, ni trabajaba y se gastó el dinero de la beca
La justicia le ha dado la razón a unos padres que se negaban a pagar una pensión a su hijo de 24 años, que se fue de casa al cumplir los 18 años y no había mantenido contacto con ellos desde entonces. “Debe asumir las responsabilidades de sus decisiones”, dice la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona.
El joven de 24 años reclamaba a sus padres una pensión de alimentos seis años después de independizarse porque había decidido volver a estudiar. Cuando el denunciante aún era menor de edad sus padres se divorciaron y él estuvo viviendo primero con uno y después con otro hasta que decidió independizarse – en casa de sus abuelos paternos- por problemas de convivencia con ambos progenitores. En aquel momento, el joven no estudiaba pese a estar matriculado, ni trabajaba y se gastó el dinero de una beca en un tatuaje.Ahora que está emancipado y ha decidido volver a estudiar con 24 años le ha reclamado a sus padres una pensión. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Barcelona se la ha negado. La sentencia dice que “debe asumir las responsabilidades de sus decisiones”. “Es él quien lleva las riendas de su vida y quien debe valorar qué posibilidades tiene de compatibilizar el estudio con el trabajo necesario para su mantenimiento”.Es la segunda vez que la justicia da la razón a los padres de este joven. En primera instancia, el juez le dijo que “no había agotado todas las posibilidades para ser responsable de dicha decisión de vida independiente”. No se puede pretender que los parientes, por más cercanos que sean, “sostengan las ilusiones o expectativas”, señalan los jueces.
