Lo que está sucediendo en Barcelona con la inseguridad que estamos viendo en los cinco continentes gracias a las redes sociales está masacrando la imagen de la ciudad, pero también está arrollando la imagen de España, especialmente en los daños que empieza a ocasionar en el sector turístico. Los visitantes y turistas que llegan a nuestro país desde mediados de los años 50 siempre lo han hecho gracias al clima, la campechanía de los españoles, la gastronomía y por supuesto, la seguridad, ahora quebrada por la irresponsabilidad de políticos llegados al poder «cacareando» una cosa para lograr los votos y actuando de forma contraria una vez han cogido la vara de mando. Y Ada Colau es el vivo ejemplo de ello en la Ciudad Condal.
La alcaldesa de Barcelona se sienta en su sillón de mando gracias al apoyo del residuo del PSOE en Cataluña, ese engendro llamado PSC liderado por un enemigo de España como es Miquel Iceta, ahora se aferra a defender su incompetencia e irresponsabilidad de lo que está sucediendo bajo una frase vieja y repudiada por los ciudadanos: «todo esto es una campaña electoral contra mí». ¡Falso!
Si Ada Colau tiene tan claro que es una campaña contra ella, tiene todo el poder para demostrar que todo tiene solución con un giro en sus políticas de aceptación de lo meridianamente ilegal como la inmigración, el apoyo al top manta, a los okupas y otras tantas locuras que han derivado en una degradación de la que históricamente ha sido la ciudad española más visitada cada año por millones de turistas llegados de los cinco continentes. Y a todo ello, no lo olvidemos, hay que unir su genética «pro indenpendentista», que tanto daño ha ocasionado en el tejido empresarial, haciendo que miles de negocios hayan huído de esa bendita tierra.
Pero si mala es la gestión de Colau, no podemos olvidar el apoyo de quienes la mantienen al frente, el PSOE-PSC, quienes podrían quitarle de sus manos la vara de mando con una moción de censura. ¿Por qué no lo hacen?. Es evidente que los socialistas catalanes lo que quieren y desean es un enfrentamiento con el resto de los españoles, lo llevan en la sangre, y ahí está la historia de este partido político que demuestra la veracidad de nuestras palabras.
Y esto, por desgracia, demuestra a su vez que quienes mandan en el PSOE a nivel nacional es la facción catalana del PSC de Iceta. Los votos de los diputados y senadores elegidos en Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona son imprescindibles para mantener en el poder a otro personaje siniestro como es Pedro Sánchez hoy o Zapatero antaño.
Esto, queridos amigos, parece que tiene mal arreglo, y no porque no se pueda, sino porque sus protagonistas no quieren, no desean que España sea un país grande, tan grande o más como lo hemos sido a lo largo de los últimos cinco siglos de la historia de la Humanidad.
