Análisis de WILD HEARTS

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Juego disponible en formato digital y físico para PlayStation 5, Xbox Series X/S, Steam y Epic Games.

Juego analizado en PlayStation 5.

Electronic Arts nos traen Wild Hearts, un juego de cazar monstruos al más puro estilo Monster Hunter pero con el toque de los hack and slash de la mano de Koei Tecmo y del desarrollador japonés Omega Force.

Azuma está invadida por los kemono, unos seres gigantescos inspirados en la fauna de la saga Monster Hunter, pero con un diseño muy oriental que bebe de la mitología del Japón feudal. La aldea de Minato está en peligro por los Kemonos y cazador, deberemos ayudarlos y acabar con los Kemonos.

Empezaremos creando a nuestro personaje, y a modo de pequeño tutorial deberemos acabar con nuestro primer Kemono, que será nuestro primer contacto con lo que nos espera en Azuma.

Incluso en sus primeros compases, el combate en Wild Hearts se siente ágil, con una variedad de golpes y ataques rápidos para enfrentar a los enemigos, un sistema fluido como los chicos de Omega Force nos tienen acostumbrados. Puede llevar un poco de tiempo acostumbrarse a los controles a la hora del combate, pero una vez superado, es una delicia pelear.

Sin embargo, lo que realmente diferencia a Wild Hearts de Monster Hunter es su elaborado sistema de herramientas. Apodadas como Karakuri, estas son varias «máquinas» que puedes fabricar sobre la marcha para ayudar en la caza y la lucha contra los Kemono. El primero que encontrarás es un bloque que a primera vista parece simple, pero tiene múltiples usos: construir barreras para evitar ataques enemigos, saltar para alcanzar zonas más altas o incluso para lanzarse y atacar desde las alturas a los Kemonos. Con el paso del juego, los Karakuri son cada vez más sofisticados e incluso se pueden combinar para crear artilugios más elaborados, mientras que algunos tienen usos fuera de la batalla, como por ejemplo construir tiendas de campaña que sirven como puntos de viaje rápido. Y una cosa muy útil es que si no son destruidos por nosotros o los enemigos, si jugamos online nuestros Karakuri seguirán ahí para el disfrute de otros jugadores.

Aunque el construirlos gastarán recursos que podremos recoger a lo largo y ancho del juego, raramente nos quedaremos sin ellos para construirlos.

Las verdaderas estrellas de Wild Hearts son los Kemono, cada una de ellas está meticulosamente diseñada, desde los gruñidos, las formas de atacar y el aspecto de cada uno. Incluso el primer Kemono que cazarás, una rata gigante, impresiona. Los Kemono no son fáciles de derrotar, el darle tres o cuatro toques no sirven de nada, deberemos de aprender su patrón de ataque y con un poco de estrategia acabar con ellos. Pero no os preocupeis si en algún momento uno de estos monstruos son difíciles de derrotar, ya que podremos pedir ayuda a otros jugadores online que nos ayudarán a acabar con los monstruos.

Podemos recolectar cristales y otros objetos que nos servirán en los Manantiales de Dragón donde podremos mejorar nuestros atributos. Pero no sólo será pelear, sino que entablaremos amistad con otros personajes y podremos hacer misiones secundarias para alargar la vida del juego.

El apartado técnico nos recuerda al ya visto en Monster Hunter, pero con un toque al «estilo Ghibli», es como si hubiésemos fusionado el juego de Capcom con el famoso estudio de animación japonés. El apartado artístico, junto con la fotografía hace que el juego brille de escándalo. Eso no quita que tenga algún que otro fallo puntual, pero en términos generales se ve genial.

Wild Hearts está completamente doblado y traducido al castellano. Salvo algunas pequeñas erratas, está muy traducido y el doblaje al castellano es de lo mejor que veremos con Verónica Llaneza Mielgo, José Ángel Fuentes o Alma Naranjo entre otros.

En un campo tan escasamente poblado como el de las “aventuras de caza de fantasía”, los contrastes con Monster Hunter son claramente inevitables. Lo que realmente destaca a Wild Hearts es cómo complementa, en lugar de copiar, la plantilla. Es tan fácil recomendar esto a los jugadores que quieren un nuevo enfoque del género como a aquellos que se desaniman por la naturaleza repetitiva de la versión definitoria de Capcom. Eso debería ser motivo de preocupación para Capcom: aunque Wild Hearts no destronará a su predecesor espiritual de inmediato, aquí hay suficiente potencial para que las futuras entregas se conviertan en el rey de esta jungla en particular.

CONCLUSION

Wild Hearts intenta abrirse camino bajo la sombra de Monster Hunter, un juego de «cazar monstruos» que hasta el día de hoy el juego de Capcom era el máximo exponente, pero Wild Hearts llega para plantarle cara por méritos propios. No hay que negar que el juego tiene su base en Monster Hunter pero, ¿que videojuego no se basa en otros?, y si es en los mejores, pues mucho mejor. Electronic Arts y Koei Tecmo pueden estar orgullosos de lo que han creado juntos, y espero que no sea el último.

Hemos realizado el análisis gracias a un código que nos ha proporcionado Apple Tree.

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