Según la policía colombiana, ‘El Mugre’, sicario de Pablo Escobar, es ahora Pastor Evangelista en una iglesia de Murcia

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Las autoridades colombianas están investigando una pista por la que Luis Carlos Aguilar Gallego, alias ‘El Mugre’, podría estar viviendo en España y ejerciendo como pastor en una iglesia de la Región de Murcia. ‘El Mugre’ era uno de los sicarios del que posiblemente sea el narcotraficante más famoso de la historia: Pablo Escobar.

Aguilar habría sido visto en junio de 2017, cuando la selección colombiana de fútbol jugó un amistoso con la selección de España antes del Mundial de Rusia.

Luis Carlos Aguilar Gallego «El Mugre»

La segunda vida de uno de los más crueles lugartenientes del gran narco comenzó al salir de prisión, tras ocho años de raquíquitica pena. Se fue a Argentina, precisamente donde se fue también la mujer de Pablo Escobar y sus hijos. Y allí fue donde le ocurrió ese hecho que le cambió la vida, la muerte de su hija pequeña. A partir de ese momento vio la luz y decidió cambiar radicalmente de vida.

Se marchó a España y comenzó a seguir los caminos de Cristo y en la actualidad es pastor en una iglesia de Murcia. Hace unos día se conoció la noticia de que unos ciudadanos colombianos que habían venido a ver un partido de la selección de fútbol de su país contra España fueron informados de que el Mugre estaba en Murcia y ahora la policía colombiana estaría interesada en localizarle.

Pero esa historia ya me la había relatado unos años antes Popeye, el sicario de Pablo Escobar que falleció hace unas semana por un cáncer de estomago. Preparábamos «a cuatro manos», decía Popeye, un libro que para él será póstumo y que en breve aparecerá en Colombia…

CON ESCOLTA POLICIAL

El 11 de enero de 2018 en Medellín , Popeye iba con el coche. dirección a la casa en la que estaba viviendo, en uno de los barrios más lujosos de la ciudad. Le siguieron dos policías en moto para escoltarlo y así evitar atentados. Minutos antes le habíamos entrevistado para una televisión a Popeye en un lugar público y pedimos protección, pues había un aviso de que un grupo de mafiosos quería asesinarle.

Varios empresarios y dirigentes deportivos colombianos se alojaron en el hotel La Finca Golf Resort y, según afirmaron al periódico colombiano El Tiempo, un par de personas les aseguraron que allí vivía Aguilar y que vivía como pastor en una iglesia.

Durante el trayecto Popeye me cuenta que era el asesino de confianza de Pablo Escobar y que eso lógicamente le causó tener muchos enemigos. Había salido unos meses antes de prisión tras cumplir 23 años de condena por asesinar a 258 personas. Me aseguró que lo había dejado todo y que sólo se dedicaba a las redes sociales y que estaba arrepentido por sus crímenes.

Cuando llegamos a la casa, un chalet enorme, nos abrió la puerta una persona que saludó amigablemente a Pope, que era como le llamaban. Debajo de la camiseta ajustada de este individuo se adivinaba un arma. Popeye se bajó del coche y fue a hablar con los policías. Alcancé a mirar como les daba dinero por habernos protegido. En una visual rápida me fijé en la casa, era grandiosa y tras las ventanas había gente vigilando. Era como estar dentro de la serie Narcos de Netflix.

Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias ‘Popeye’ (izquierda) junto a Luis Carlos Aguilar Gallego, ‘el Mugre’. Ambos eran lugartenientes de Pablo Escobar. Son considerados los sicarios más sanguinarios del capo. El primero tenía contabilizadas a 258 personas asesinadas. Al otro se le atribuyen casi 300. Juntos, sumarían más de 550.

Popeye me llevó a un almacén y me enseñó el merchandising que estaba haciendo con su nombre. Me regaló un par de camisetas y luego nos metimos en la casa. El salón era enorme, había una televisión de 50 pulgadas y, al fondo, una barra donde estaba una mujer que nos ofreció algo de beber. Nos sentamos y pidió que le trajeran un cartel que utilizaban las autoridades colombianas para pedir colaboración y capturar a los narcos más peligrosos de Colombia.

Debajo de un «se busca», tipo las películas del Oeste, aparecía Pablo Escobar. Al que informara sobre su paradero se le pagarían 2.700 millones de pesos colombianos (el equivalente a un millón de euros). Y debajo estaban también las fotos de sus lugartenientes: el propio Popeye, Pinina, Otto y Luis Carlos Aguilar Gallego, el Mugre. En este último se paró y me contó que estaba en España. Hoy es el único que queda vivo de los del cartel. Cuando me habló de que el Mugre estaba en una iglesia de Murcia le pedí que me contara toda la historia.

Me dijo que era una persona muy apuesta -de allí su otro apodo: Terri, por el guapo protagonista de unos dibujos animados- que siempre tenía una sonrisa en la cara, y que venía de Antioquía, la Sicilia colombiana según me apuntó Popeye. Su padre fue asesinado a tiros y su hermano desapareció en extrañas circunstancias. Era una persona que había vivido la violencia de Colombia y decidió alistarse a las órdenes de Escobar para ser él quien aplicara la violencia. Subió muy rápido en el cártel de Medellín y llegó a ser lugarteniente del Patrón.

LA CARTA DE POPEYE

Meses más tarde recibí manuscrito todo lo que Popeye recordaba de sus andanzas con el hombre que llegó a encañonar a quien después sería presidente de Colombia, Andrés Pastrana. Este es el relato de aquel enero de 1988: «Para evitar las extradiciones a Estados Unidos y en plena guerra con el cártel de Cali, el Patrón nos ordenó a el Mugre y a mí secuestrar a Andrés Pastrana, candidato en esos momentos a la alcaldía de Bogotá. Era hijo del expresidente de Colombia Misael Pastrana Borrero…

Con Andrés Pastrana secuestrado, pensamos que su padre, el expresidente, presionaría para que se convocara una asamblea Constituyente y cambiar la Constitución de Colombia que permitía, en su artículo 35, extraditar ciudadanos colombianos a los Estados Unidos…

Nos trasladamos a Bogotá con un comando de los Extraditables. Éramos 10 hombres. Ubicamos a nuestro objetivo y cuando estaba cayendo la tarde entramos por la fuerza a su sede de campaña, haciéndonos pasar por miembros del M-19 (guerrilla comunista). Fue una operación quirúrgica. Primero le metimos en el maletero de un coche. Luego le trasladamos a otro vehículo y pasamos la noche en una casa segura de un miembro de confianza del cártel de Bogotá. A la mañana siguiente tomamos un helicóptero y nos trasladamos a una finca de Antioquía a esperar órdenes del Patrón…

Los hombres que custodiaban al candidato a la alcaldía de Bogotá eran inexpertos. El jefe del comando, ‘el Rojo’, cometió todo tipo de errores. Estaban escondidos a unos 40 minutos de Medellín, cerca de un pueblito. Si las cosas se hubieran hecho bien no hubiera habido problemas. Pero ‘el Rojo’ llamó mucho la atención. Iba al pueblo a comprar los víveres para 12 personas. Sacaba todos los días su campero (todoterreno) Suzuki . Pero de repente, se cambia de campero y compra un Toyota con el que no estaban familiarizados los lugareños. Primer error…

Luego se la pasa todo el tiempo en el pueblo gastando dinero y tomando licor. Segundo error. El propio alcalde del pueblo y la policía empiezan a sospechar de ‘el Rojo’. Piensan que el tipo es un mafioso y que tiene un laboratorio para procesamiento de cocaína muy cerca del pueblo. Creen que, por eso, compra muchos víveres. Es un tipo muy extraño. Es seguido a la finca en una de sus borracheras. El líder del comando fue un auténtico irresponsable. No fue capaz de vigilar al secuestrado más importante de Pablo Escobar y lo que hizo fue tomárselo folclóricamente…

Este el cartel dedicado por Popeye con los más buscados de Colombia en la era Escobar. Todos, excepto ‘El Mugre’, están muertos

El alcalde no espera más y va a la finca junto con un grupo de policías. No saben lo que se van a encontrar. De repente, se dan cuenta de que Andrés Pastrana está en esa finca. Hay un intercambio de disparos. ‘El Rojo’ y sus hombres salen huyendo. Ganaron la montaña y se perdieron en medio de los árboles y de la vegetación. Sólo ‘el Mugre’ se queda con Andrés Pastrana. Es su seguro para salir con vida. Sin dudarlo apunta en la cabeza con una pistola al poderoso político…

El alcalde aterrado no sabe qué hacer y el cabo de policía toma la iniciativa. Consigue convencer a ‘el Mugre’ que entregue al político y que él mismo será su rehén. El cabo se acerca con precaución mientras que ‘el Mugre’ suelta a Andrés Pastrana. El sicario le agarra sus esposas y sale con el cabo hacia la montaña. Cuando ya gana buen terreno, esposa al policía a un árbol y emprende la huida».

EN LA CATEDRAL

Años después de esta acción terrorista el Mugre estuvo en la cárcel de la Catedral junto a Escobar y sus lugartenientes. Popeye cuenta que durante este tiempo el Mugre jugaba mucho al fútbol con Escobar y que en más de una ocasión tenían discusiones acaloradas. En julio del 92 se fugaron todos los miembros del cartel de Medellín de esta prisión controlada por ellos mismos. Tenían pagados a todos los funcionarios y policías. Meses después, Popeye y el Mugre se entregaron a las autoridades colombianas y fueron encarcelados en la prisión de Itagüi. El Mugre salió a los ocho años y nada más estar en la calle sufrió un atentado. Varios pistoleros le tirotearon y le hirieron gravemente. En ese momento decidió huir con su familia a Argentina. Tras la muerte de su hija pequeña decidió marcharse a España.

Y no es el único miembro del cártel de Medellín que reside aquí. Según fuentes policiales y el testimonio de Popeye, hay otro histórico sicario alojado en nuestro país. Se trata de Carlos María Alzate, el Arete. Según la última pista conocida estaría viviendo en Barcelona con una nueva identidad. El Arete se autoinculpó y dijo ser la persona que diseñó el atentado en 1989 para asesinar al entonces presidente de Colombia, César Gaviria.

Según el relato de Popeye, el cártel de Medellín recibió la información de que Gaviria iba a tomar un vuelo de Avianca y Arete se encargó con engaños de meter en ese avión a una persona con un maletín cargado de explosivos. Finalmente Gaviria no subió a la nave en el último minuto, pero la bomba si estalló cinco minutos después del despegue. Murieron 110 personas. Entre los fallecidos había dos ciudadanos norteamericanos por lo que las autoridades de Estados Unidos siguen buscando a todos los responsables de este atentado…

Por esa causa el Mugre nada tiene que temer. Según varias fuentes, el sicario de Escobar tiene nueva vida aquí como pastor evangélico… y segunda familia. Viviría con su mujer y sus dos hijos. Y con la palabra de Dios siempre en su boca. Que la vida le vino a tirar del caballo.

Otro de los sicarios de Pablo Escobar que sigue vivo es Carlos Mario Alzate Urquijo, alias ‘Arete’, quien hoy tiene 57 años y viviría en Barcelona. Alzate, con más de 300 muertos a sus espaldas, fue juzgado en 1993 y tras ocho años de prisión fue excarcelado por cumplimiento de pena e inmediatamente tiroteado. Entonces desapareció, obtuvo otra identidad y se trasladó a España.

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