Aunque en principio el presidente del gobierno iba a anunciar nuevas medidas, se ha limitado a hablar de escala de contagios para tomar precisamente medidas más o menos duras de reclutamiento y confinamiento de los españoles.
Así, una vez ha reconocido la gravedad de la actual situación en España, ha comentado que «no es comparable a la del 14 de marzo y lo que queremos evitar es llegar a ese punto, pero lo que debemos todos es recordar cómo frenar el virus y actuar en consecuencia».
En su intervención ha comentado que «para frenar los contagios hay que tomar medidas que afectan a la movilidad de las personas, a limitar los aforos de los locales y a limitar las reuniones», enfatizando que «mi obligación como presidente del Gobierno es ser fiel a la realidad y exponerla sin adornos: la situación es grave».
En cuanto a las cifras que harán poner en marcha unas u otras medidas, ha comentado que «si la incidencia supera los 250 casos/100.000 habitantes, se considerará riesgo extremo». El presidente del Gobierno anuncia que, si un territorio llega al nivel extremo (más de 250 casos/100.000 habitantes), «deberán adoptarse medidas excepcionales que podrán requerir la activación del instrumento del estado de alarma».
Una situación que de media ya se supera en muchas regiones españolas, por lo que no se descarta la declaración de esta medida en las próximas horas junto al toque de queda anunciado por algunas autoridades autonómicas, entre otras, las de la Comunidad Valenciana y Madrid.
Pedro Sánchez ha finalizado comentando que «las próximas semanas, los próximos meses serán duros, muy duros», apelando a la disciplina social para «evitar a toda costa un nuevo confinamiento domiciliario».
