Tuvo que ser un defensa, en este caso Varane, el que acabase con la preocupante sequía goleadora que arrastraba el Madrid desde el gol ‘in extremis’ de Benzema en Mestalla. Luego llegarían Barça y Athletic, que se saldaron con sendos empates a cero.
Con esas dudas respecto a la pegada llegaba el Madrid al Coliseum, donde por fin consiguió desatascarse gracias a dos acciones a balón parado que remató, primero casi sin querer, después de manera inapelable, Varane. El primero de la temporada fue ante el Espanyol, también en Liga.
Varane hacía de Ramos en el Coliseum como jefe de la zaga blanca, una vez que el capitán estaba sancionado. Pero también ejerció de Ramos en la faceta goleadora y para sacar de un apuro a su equipo en un momento complicado desequilibrando en el área rival. La contundencia de Ramos en ataque la hizo suya Varane para aprovechar una indecisión del meta Soria y provocar su fallo para el 0-1 en un momento en el que los hombres de Zidane sufrían mucho. En el 52′ firmó el segundo, que llegó con suspense porque se revisó por el VAR.
Varane está realizando una de sus temporadas más completas, aislado de las lesiones y con presencia en casi todos los onces de la temporada (apenas se ha perdido cuatro partidos), con la guinda de dos goles que refuerzan su aportación goleadora en un momento en el que el equipo la necesitaba.