La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha enviado una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la que traslada las demandas del sector ovino y caprino de la Comunitat Valenciana derivadas del estado de alarma provocada por la crisis sanitaria de COVID-19.
En la misiva, Mollà destaca que el cierre del canal Horeca (que presta suministro a los establecimientos de hostelería, hoteles, cafeterías, etc.) por la crisis sanitaria está provocando importantes pérdidas económicas a las personas que producen y distribuyen productos de ovino y caprino.
La consellera explica que, el cierre de este canal de recepción de la parte de la carne o leche (transformada o no) que producen las personas ganaderas, junto con el obligado confinamiento, va a provocar que no se puedan vender estas producciones durante el periodo de Semana Santa y Pascua, periodo habitual de grandes ventas de este sector.
Mollà ha hecho referencia a que la bajada de ventas del sector «puede afectar al cumplimiento de los requisitos para el cobro de la ayuda asociada para estas explotaciones de las ayudas directas de la PAC, tanto en la campaña 2019 como de la campaña 2020, si esta situación se alarga en el tiempo».
En este sentido, y con el objeto de evitar perjuicios mayores, la titular de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica solicita al Gobierno de España poder anular de oficio a las personas ganaderas de cumplir, durante el periodo de crisis, algunos requisitos, como la exigencia de tener un umbral mínimo de movimientos de salida de la explotación de 0,6 corderos, por animal elegible en el periodo comprendido entre el 1 de junio de 2019 y el 30 de mayo de 2020.
Otro de los requisitos a eliminar sería el referente a contar con un umbral de venta de leche caprina de 200 litros y venta de leche ovina de 80 litros, por animal elegible en el periodo comprendido entre el 1 de junio de 2019 y el 30 de mayo de 2020.
Esta última medida tiene por objetivo ayudar a los ganaderos de leche ovina y caprina, que se ven asimismo afectados por la difícil situación que atraviesan las queserías artesanas, que principalmente venden y distribuyen a canales cortos de comercialización, y que están viendo reducidas sus ventas significativamente.
En este sentido, a la bajada de las ventas se suma que dejar de extraer leche es «un condicionante que puede llevar a perder por incumplimiento el cobro de las ayudas pertinentes».
Por todo ello, la consellera concluye sus propuestas añadiendo que, en el caso de que se alargue la situación actual, se puedan ampliar estas demandas al periodo comprendido entre el 1 de junio de 2020 y el 30 de mayo de 2021.
