Nos anuncian por cielo, mar y tierra la llegada de una nueva borrasca, un nuevo temporal de levante, eso que ahora el lengue progresista llama «dana», la gota fría de toda la vida. Al parecer el temporal será como aquellos de antaño que nos contaron nuestros abuelos o algunos por edad ya hemos vivido en persona, como fueron los de 1971, 1979, 1987, 1993 o el de 2005 que nos llegó a dejar nieve en las playas de la costa alicantina.
Lejos de las bellas estampas que posiblemente tengamos en las próximas 72 horas, esa gota fría viene dispuesta a inundar las zonas edificadas por el ladrillo autorizado por la casta. La población sabemos afortunadamente cómo actuar, pero son los políticos quienes prometen actuaciones que pudiesen aminorar los daños, visibles sin ser expertos, y que luego se tapa todo echando la culpa al «cambio climático».
Los temporales del pasado mes de septiembre fueron letales en el sur de la provincia de Alicante y Murcia. Mientras los murcianos algo han hecho para evitar la repetición de la tragedia, Ximo Puig y su jefe fraudulento, Pedro Sánchez, se limitaron a visitarnos para hacerse la foto, demostrarnos su podería en un helicóptero, y huir de los medios como verdaderos cobardes, que es lo que son ambos.
Ahora desde el Centro de Emergencias nos dicen que activemos todas las precauciones. ¿Y por qué no se las recueran a la castuza que nos gobierna, que lleva décadas sin hacer nada para evitar tragedias cuando llueve intensamente?
En fin amigos, mucha precaución. Aquí dejamos algunas estampas de los últimos temporales y nevadas que hemos sufrido. La historia se repetirá porque quienes mandan, siguen siendo los mismos. Ése es el verdadero problema. Que todo quede en una simple alarma. Ojalá no haya daños ni materiales ni por supuesto personales.
Foto portada: Archivo obtenido en 2012 en la carretera que une Penáguila con Benasau en el interior de Alicante