Desde que comenzaron las protestas violentas el pasado lunes tras conocerse la sentencia del procés, los destrozos en el mobiliario urbano de Barcelona han sido constantes: cerca de mil contenedores quemados, señales de tráfico arrancadas y aceras sin adoquines, entre otros desperfectos.
Los daños causados al mobiliario urbano se acercan a los dos millones de euros solo en la capital catalana, según ha avanzado este sábado Janet Sant, teniente alcalde de Ecología y Urbanismo de Barcelona. A esas pérdidas se suman las de los empresarios de la zona centro, que temen que si la situación se alarga se resienta el sector turístico en la ciudad.
La capital catalana se está jugando su reputación en el exterior, ya que Cataluña representa el 25% del total del turismo del Estado. Las protestas han provocado ya que tres cruceros tuviesen que ser desviados esta semana a otras ciudades españolas.
El último de ellos ha hecho escala en Valencia y no se descarta que otros cruceros sigan esa misma ruta. Si la situación continúa, las pérdidas pueden salir de Cataluña y afectar a las exportaciones españolas. En este sentido, los cortes en las carreteras han obligado a muchas empresas a entregar pedidos con retraso. Estos cortes de tráfico han causado, según el sector de los transportistas, 25 millones de euros de pérdidas al día.