La Comisión Europea ha impuesto este miércoles su tercera multa a Google en menos de dos años. Tras las sanciones por violación de las leyes antimonopolio para proteger y expandir su dominio en búsquedas por internet (4.340 millones de euros el pasado julio) y los 2.420 millones por abuso de posición dominante es su servicio de comparación de compras (en junio de 2017), la comisaria Margrethe Vestager ha anunciado un nuevo castigo por su negocio de publicidad (Ad Sense).
La multa, de 1.494.459.000 euros supone el 1,29% del volumen de negocio de Google en 2018. Vestager ha indicado que Google «cesó las prácticas ilegales unos meses después de que la Comisión remitiera en julio de 2016 un pliego de cargos en relación con este caso», pero con eso no basta. La decisión requiere que Google, ahora y como mínimo,«detenga su conducta ilegal, en la medida en que aún no lo haya hecho, y se abstenga de cualquier medida que tenga el mismo objeto o efecto equivalente».
Sin embargo, eso no excluye que Google también pueda enfrentarse también a acciones civiles por daños que los afectados decidan presentar ante algún tribunal de cualquier Estado miembro «por cualquier persona o empresa afectada por su comportamiento anticompetitivo. La nueva Directiva de Daños Antimonopolio de la UE facilita que las víctimas de prácticas anticompetitivas obtengan daños», destaca Competencia.
