Vox tiene un serio problema con el municipalismo. Como ya informaba El Español, la formación ha perdido más de la mitad de los concejales que obtuvo en las elecciones de 2019. El desencanto y un control férreo de las estructuras locales desde Madrid han supuesto que 200 de los 530 concejales de la formación verde abandonen su puesto o deserten al grupo de los no adscritos. Por otro lado, la falta de cuadros preparados, el nepotismo y la inexperiencia de la que adolecieron las listas de 2019 no se ha corregido y promete pasar una seria factura en las municipales de 2023.
La provincia de Alicante no es ajena a la sangría municipal que azota a Vox. José Francisco Manuel Mateos, concejal en Elda, fue el primero que abandonó su partido para integrarse en el grupo de los no adscritos. Le siguieron Carolina Vigara, en Torrevieja e Irene Mompean en Albatera, compartiendo de común denominador las durísimas críticas hacia la cúpula por su ineptitud y total desinterés hacia todo aquello que suceda fuera de las fronteras de Madrid.
Nepotismo rampante
Sin embargo, si algo caracteriza a la provincia de Alicante es la despótica actitud con la que Ana Vega, presidenta del partido en la provincia, ha elaborado sus equipos, primando perfiles inexpertos, a personajes de baja calaña, o directamente a familiares y amigos.
El nepotismo de la provincia ya fue noticia en 2019 cuando el actual marido y concejal por Alicante, Mario Ortola, junto al padre y la hermana de la síndica, aparecieron en algunos de los puestos más jugosos de las listas. Otras candidaturas como las de San Vicente del Raspeig, en la que el diputado y amigo de Abascal, David García colocó a su mujer, las de Torrevieja, con Carolina Vigara y su marido ocupando el primer y el segundo puesto, o Campello, localidad en la que la actual concejal María José Sañudo, pasó a encabezar las listas al tener que renunciar David Puerto, su marido, por un escándalo de falsificación documental por el que fue condenado en su puesto de policía, son solo algunos de las decenas de ejemplos que salpican todos y cada uno de los municipios en los que el partido que venía a «terminar con los chiringuitos» se presentó.
Los que salen
Aunque la composición de las listas permanece hermética a excepción de las pocas sorpresas que este medio desveló en primicia, es esperable que la historia se repita en 2023 y los amigos y familiares de Ana Vega entren a engrosar las listas en sustitución de aquellos que han dejado de serlo, que cada vez son más.
Salvo que por avatares del destino, la actual dirección abandonase su puesto y por lo tanto, perdiera su poder de decisión en la elaboración de las candidaturas, al menos seis de los actuales concejales de que dispone la formación no repetirán.
Pepe Bonet, conocido empresario de la capital, sería el primero en salir. Pese a su carácter afable y conciliador y su papel destacable en los pactos alcanzados con el PP de Luís Barcala, la campaña de descrédito iniciada de forma interesada contra una de sus empresas menores, mediante un evidente ataque de «fuego amigo», sumado a la aparición de su hijo en el escándalo del supuesto amaño de las oposiciones a la policía local de Alicante, han sido los principales argumentos para dejarlo fuera del borrador de las listas de 2023.
Le sigue, por pura afinidad, la concejal de San Juan, Gema Alemán. Sus vínculos con Bonet y su mujer (a la que ya se expulsó del partido) han sido suficientes para colocarla en la lista negra, aunque la «versión oficial» apuntaría a su desliz durante el confinamiento, cuando salió a pasear con su marido pese a las restricciones. A todas luces un error menor en comparación con el de otros cargos que repetirán.
Los dos concejales en Elche, Juan Antonio Alberdi y Aurora Rodil, correrían la misma suerte. Su postura crítica con la dirección de Vega bastaría para que no repitieran en listas, sin embargo, su destacable oposición en el consistorio ilicitano y su independencia de la línea monolítica imperante en el resto del partido han despertado suspicacias aún mayores en la cúpula, rematadas por la estrecha amistad con el círculo del general Mestre, a quien Vega profesa, según fuentes internas del partido, un inmenso odio y profunda envidia.
Es precisamente en Orihuela, localidad en la que con total probabilidad el general Manuel Mestre encabece las listas de Vox a la alcaldía, donde se producirá otra baja destacable, la del concejal y portavoz José Manuel García Escolano, por razones similares a la de los ediles ilicitanos, aunque se prevé que la segunda concejal del municipio, María Asunción Aniorte, mantenga su puesto junto al general, por imposición de Vega.
Las sorpresas surgen en el Campello. María José Sañudo tampoco repetirá tras escenificar su ruptura con la dirección provincial en una comida en la que compartió mesa y mantel con algunos de los cargos más críticos hacia Vega. Este cisma resulta muy inesperado, puesto que tanto Sañudo como su marido, el recientemente dimitido coordinador del Campello, David Puerto, eran considerados parte del núcleo duro de Ana Vega.
En la cuerda floja
Aunque los nombres anteriores tienen sus días contados en lo público sin el menor asomo de duda, otros muchos, sin estar señalados de una forma tan clara, tampoco tienen su futuro garantizado. Adrián García Martínez, concejal de San Vicente del Raspeig, Carmen Mendiola Ibarra de Crevillente, o Margarita Serrano Mira, de Novelda, son algunos de los nombres que, según se dice, podrían acompañar hacia la puerta de salida a los demás cargos «condenados».
Otras figuras como la concejal por Santa Pola, Mireia Moya, también se encuentran en el candelero tras las polémicas que ha encadenado, especialmente a raíz de su ausencia en el homenaje a las víctimas del terrorismo. Su amistad con Vega podría no ser suficiente para evitar, como se rumorea, que Madrid ordene su expulsión en septiembre.
Rumores
El poco halagüeño horizonte electoral que vislumbra Vox, sumado a su desastrosa dirección en Alicante, asegura que muchos de los candidatos que logren repetir, sencillamente deberán regresar a casa sin su acta por el rechazo de las urnas.
Pocas certezas más existen alrededor de las listas de Vox en Alicante, aunque por supuesto, los rumores también apuntan ya hacia ciertos nombres que podrían ocupar algunos de los puestos de salida vacantes, como el de Juan Utrera, un pequeño comerciante de moda infantil de Alicante o el de Antonio Verdú, ATS y teniente reservista del MOE que ya figuró en los puestos más bajos de las listas en 2019 por su amistad con la familia de Vega y que como muchos apuntan, sería el sustituto directo de Bonet en el consistorio alicantino, en el poco probable caso de revalidarse los resultados de 2019.
