La Generalitat Valenciana dice que reducirá impuestos a los agricultores que rieguen sus campos con agua desalada

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Esta es una de las noticias donde se nota que los políticos no tienen ni idea de lo que supone regar con agua de pésima calidad, y más si es salobre, los campos de cultivo. Ahora, en ese empeño de hacer barbaridades a raíz de las políticas de cambio medioambiental, se promete baja de impuestos y costes a los que rieguen con agua proveniente del mar. Por fin, parece ser que Ximo Puig y su gobierno ha encontrado uso a las desaladores que se instalaron a principios de siglo a coste multimillonario.

La nota de prensa emitida con un lenguaje igualitario y feminista, gracias a las agricultoras que parece ser van en aumento, desde el gobierno valenciano dice lo siguiente:

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha establecido la exención de la tasa por autorización y control de vertidos aplicada al uso de las aguas desalinizadas destinadas al regadío, una cuantía que se traduce en un ahorro para regantes que se sitúa por encima del medio millón de euros.

La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha señalado que «la decisión cumple una doble finalidad: por un lado, reduce el coste que supone para los regantes el agua desalada y, por otro lado, reconoce su esfuerzo por un uso eficiente del agua que no malgasta ni una gota».

La exención se enmarca en la modificación del artículo 4.1-2 de la Ley 20/2017, de 28 de diciembre, de la Generalitat, de tasas que contempla el anteproyecto de Ley de Medidas Fiscales, de Gestión Administrativa y Financiera y de Organización de la Generalitat de 2021, que se encuentra en periodo de exposición pública.

La tasa sobre el uso de agua desalinizada es abonada por la entidad titular de la autorización del vertido que carga este coste sobre los y las regantes en el caso del suministro para uso agrícola.

La retirada del gravamen que propone y defiende la Conselleria supone una rebaja directa en el precio del agua desalinizada que atiende a la solicitud de los y las regantes, principalmente del sur de la provincia de Alicante.

En este sentido, a pesar de que la de Torrevieja no es la única planta desaladora de la Comunitat Valenciana, sí es la que destina una mayor cantidad del agua tratada a regadío, a diferencia de otras como la de Oropesa, que destina el 100% de su caudal a abastecimiento urbano.

La consellera ha asegurado que, pese a la exención, mantendrá íntegra la dotación dedicada al control y seguimiento de los vertidos y ha destacado el impulso en el ámbito de sus competencias para abaratar el coste del agua desalada con el fin de apoyar a los y las regantes y diversificar las fuentes de agua para riego.

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