Pocos medios, por no decir ninguno, se han hecho eco de los datos oficiales de la evolución de empleo en los principales pueblos de la provincia de Alicante. La crisis empieza a enseñar sus dientes, y los datos empiezan a ser muy preocupantes en algunas localidades donde jamás en septiembre se había destruído empleo.
Torrevieja lidera la destrucción de puestos de trabajo, con un aumento en sólo un mes del 9,6%, pasando de los 6.389 parados de agosto a los 7.008 de septiembre. Otro de los municipios donde las cifras han hecho saltar las alarmas ha sido Villajoyosa, donde el incremento de personas en las oficinas del Servef ha supuesto un 5,77% más de un mes a otro. Los vileros han pasado de los 2.424 desempleados a los 2.564, algo que jamás había sucedido en la capital española del chocolate.
Benidorm ha sido otro municipio donde el incremento de parados indica que la economía ya vislumbra algún síntoma para preocuparse, al subir los parados un 4,1%, alcanzándose los 4.374 desempleados en la capital turística por excelencia
Alicante capital también ha visto incrementar sus desempleados, en este caso con cifras discretas de momento, con un 0,8% dejando los parados en la ciudad en los 26.919 alicantinos. Altea ha visto incrementar sus parados un 5,4% y Alfaz del Pi un 4,5%.
Sólo ciudades como Elda, Villena, Orihuela o Alcoy han visto descender sus parados, siendo la capital de l´Alcoià la más ventajosa en las estadísticas, con un descenso del 1,2% pese a que sigue acumulando 5.134 personas en búsqueda de empleo.
Son cifras para el debate y la preocupación ahora que llega el momento de elegir a nuestros gerentes en las administraciones públicas el próximo 10 de noviembre. Posiblemente los políticos no hablarán de este asunto porque a ninguno interesa. Mientras tanto, las bolsas de pobreza seguirán incrementándose en pueblos y ciudades, y los servicios sociales tendrán que emplearse a fondo a poco que empeore la situación económica, algo que prevén todos los expertos analistas en esta materia.
