La ciudad, que espera tener un verano a priori mejor de lo esperado tras el azote de la pandemia de coronavirus, ha revalidado el símbolo de la calidad de las aguas e instalaciones en sus playas, otorgadas por la Unión Europea.
Las playas de Levante, Poniente y Mal Pas han renovado su Bandera Azul, concedida por la Fundación Europea de Educación Ambiental (FEE) y que certifica que los tres arenales cumplen las más rigurosas condiciones y exigencias en lo relativo a calidad de las aguas, información, educación y gestión ambiental, accesibilidad, seguridad, servicios e instalaciones.
La concejal de Playas, Mónica Gómez, ha recalcado que “la Bandera Azul viene, un año más, a reconocer la calidad medioambiental de nuestras playas y de sus aguas, así como de los servicios que prestamos a los usuarios, quedando además patente el compromiso de Benidorm en la defensa y cuidado de su bien más preciado”.
Además, de la Bandera Azul para las playas de Levante, Mal Pas y Poniente, la FEE ha otorgado a Benidorm una Distinción Temática por ser “ejemplo de excelencia” en materia de Información y Educación Ambiental. Se reconoce así el “esfuerzo especial” hecho por la ciudad durante el año 2019 impulsando y organizando actividades de educación ambiental en las playas o vinculadas a estas. Unas acciones que “hemos desarrollado directamente desde el Ayuntamiento; de la mano de la concesionaria encargada de la gestión integral de nuestras playas, RA Benidorm; o bien junto a empresas colaboradoras que han elegido Benidorm como lugar para llevar a cabo sus acciones al entender que somos un referente en materia de sostenibilidad y gestión de playas”.
Entre las iniciativas orientadas a la sensibilización ambiental realizadas en 2019 se encuentran el Proyecto ‘Libera’, de recogida de residuos en el entorno costero de las Calas Tío Ximo y l’Almadrava coordinada con Biodiversimal, SEO Bird Life y Ecoembes ; la campaña ‘No olvide recoger todas sus pertenencias’, una instalación formada por reproducciones a gran escala de algunos de los enseres y residuos que la ciudadanía suele dejar en los arenales; la campaña ‘La playa no es un cenicero’ para evitar la presencia de colillas y que incluía el reparo de ceniceros –ambas con la colaboración de RA Benidorm-; la acción ‘Mares Circulares’ de Coca-Cola orientada a divulgar y concienciar sobre la conservación de las playas y los entornos marinos, así como sobre la correcta gestión de envases; y la jornada de ‘Limpieza de Fondos Marinos’, junto a la Fundación Mundomar.
Gómez ha destacado que “nuestras playas son el escenario perfecto para desarrollar acciones de concienciación y sensibilización ambiental, ya que el importantísimo volumen de usuarios asegura un alcance e impacto notables y, por tanto, una efectividad mucho mayor”. “La sostenibilidad y el cuidado de nuestro medio ambiente, en el que las playas ocupan un lugar capital, son una seña de identidad de Benidorm y por eso trabajamos de forma constante por lograr y mantener la excelencia también en este ámbito”.
Calidad de las aguas
A punto de señalar su apertura al baño, las playas de Benidorm la excelencia de sus aguas y arenas, atendiendo al RD 1342/2007, de 11 de Octubre, de Calidad de Aguas de Baño, que a través de las analíticas que realiza el Laboratorio Municipal consiguen, una vez más, la consideración de Excelencia, lo que sitúa las playas de Benidorm como un referente internacional de calidad y pureza,
La calidad de las aguas de las playas de Benidorm se determina mediante la toma de muestras -y la consiguiente analítica- en 9 puntos del litoral (tres en la Playa de Levante, tres en la de Poniente y los otros tres en la Playa del Mal Pas y las calas del Tio Ximo y l’Almadraba) y su comparativa con los parámetros de calidad establecidos. La analítica contempla los vectores físico-químicos y microbiológicos. Al mismo tiempo, se efectúan mediciones de la temperatura del agua del mar.
Tras el cierre de las playas, el pasado 14 de marzo, se han seguido desarrollado las analíticas pertinentes y constatando la calidad de estas aguas de baño, así como la mejora ambiental general del conjunto por el cese de presión antrópica.