Agentes de la Policía Local de Alicante investigan la aparición de cebos envenenados con matarratas que habrían provocado la muerte a un perro, varias palomas así como a gorriones y una tórtola turca. Además, otro perro está en tratamiento veterinario antihemorrágico.
Según ha informado la Concejalía de Sanidad y Protección animal, la investigación ha comenzado tras la aparición de varios focos con venenos en la vía pública. En ese sentido, se ha advertido que el Código Penal contempla penas de cuatro meses a dos años de prisión para los autores de delitos de maltrato animal. Asimismo, la ley autonómica 4/94 de Protección de animales de compañía también recoge sanciones económicas de 6.000 a 18.000 euros para los responsables de infracciones muy graves. En este apartado entran los responsables de maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda producir daños o sufrimientos innecesarios.
Dicha norma también tipifica como infracciones muy graves el suministro de drogas, alimentos o fármacos a animales que contengan substancias que puedan ocasionarles sufrimientos o trastornos en su desarrollo fisiológico natural o la muerte. Los datos sobre envenenamiento de animales que obran en poder de la Concejalía reseñan que «en los últimos meses se vienen repitiendo hechos consistentes en colocar cebos con algún tipo de veneno o comida con anzuelos en algunas zonas públicas de la ciudad, en concreto, en áreas de San Nicolás de Bari, Parque Avenidas, calle Olleria o en la plaza Pio XII, con la finalidad de envenenar animales, tales como perros, gatos, palomas».
La colocación de cebos envenenados en zonas urbanas entraña un riesgo para los animales, así como para los habitantes de esas zonas, por las complicaciones que se pueden desprender de tales acciones, según han apuntado desde el departamento. Desde la Concejalía de Sanidad y de Protección Animal se ha instado a la Policía Local para que se realicen indagaciones pertinentes con la finalidad de localizar a los responsables de estos hechos.