Desde el punto de vista educativo, enseñar es hacer que alguien adquiera conocimientos, es instruir mediante reglas o preceptos, y adoctrinar es inculcar determinadas ideas o creencias. Ello nos lleva a afirmar que hasta el momento tenemos un Ministerio de Educación que el nuevo gobierno trata de convertir en Ministerio de Adoctrinación, teniendo ambos en común solamente el edificio.
Cuando un gobierno mantiene el principio de que “los hijos no son propiedad de los padres” solo resta esperar un manifiesto: “La Nación es propiedad del Gobierno”, estupidez que juntamente con la anterior nos llevaría a admitir que tanto el territorio español como sus habitantes son propiedad de un gobierno de coalición de intereses no explicitados y expuestos día sí, día no y el de en medio a sus caprichos y antojos.
Yo no recuerdo haber visto una sola papeleta de votación durante las últimas cinco votaciones, que me llevara a admitir propiedades de clase alguna. Siempre he pensado que la votación era ceder la millonésima parte de mi gobernabilidad durante un tiempo máximo de cuatro años, a un grupo de conciudadanos con ideario político coincidente con el mío, convencido previamente de que estaba participando en una democracia. Veo que estaba equivocado, que los votos me han engañado, que la mayoría ha tomado una decisión y la realidad me ha llevado a otra. He de admitir que los intereses políticos, en su propio y exclusivo beneficio personal, han vulnerado los principios democráticos, reduciendo a la nada, dinamitando parte de mis libertades para imponer su idea totalitaria, universal e inmutable.
Hay que ser tonto, inculto e incapaz para afirmar que los hijos no son propiedad de los padres. ¡Ni de nadie! Son propiedad de ellos mismos, son libres, libres como lo es el gobierno coaligado, es mas, como creíamos ser nosotros antes de la alianza progresista. Los padres no somos propietarios de los hijos, somos sus responsables, educación incluida. La propiedad de un ser humano tiene un nombre determinado: Esclavitud, y nuestros hijos no son esclavos de nadie. En todo caso los componentes y fanáticos de la Alianza Progresista, son esclavos de su propia alianza.
Pero ¿cual es la madre del cordero? en otras palabras ¿porqué cambiar, modificar enseñanza por adoctrinamiento? Hay una absoluta diferencia entre el de y el para, una cosa es vivir de la política y otra vivir para la política. Los aliados progresistas que viven de la política son conscientes de que los votos son tan necesarios como el aire para respirar. Los votos hay que buscarlos aunque sea bajo de las piedras. Las piedras y los niños tienen una cosa en común: No votan. Pero en un futuro inmediato (teóricamente cautrienal) ninguna piedra votará pero buena parte de los niños si lo harán, por lo tanto si los adoctrino lo que estoy haciendo es como sembrar para cosechar, a futuro obtendré los votos que necesito para vivir de… del cuento político progresista.
Y no les importa nada mas. Si necesitan cantar, cantan, si necesitan sindicatos se afilian, si hay que manifestarse se manifiestan, si hay que independizarse se independizan, si hay que comportarse grosera y vulgarmente se chocarrean y se escatologuizan, si hay que ser violentos miran hacia otro lado, si hay que ganar el pan con el sudor de la frente… se ausentan, esa trinchera no es la suya. El ¡no pasarán! Es permanente, fijo, inalterable, hasta el extremo de que si alguien no aliado en el progreso pasa, esperan pacientemente sin límite de tiempo hasta que muera, para retrocederlo, para volverlo atrás, su escaso conocimiento les lleva a acreer que la Memoria Histórica puede cambiar la Historia.
Y ya que hablamos de niños recordemos a los niños Espartanos, a los niños de China y a los niños del nazismo Alemán y seguiremos haciendo memoria histórica:
*En la ciudad griega de Esparta, si los niños estaban completamente sanos, eran entregados al estado para su educación y entrenamiento.
*En la China de Mao-Tse-Tung el “Libro Tesoro Rojo” era obligatoria su lectura y estudio en las escuelas. Una cita decía “Los comunistas somos como la semilla y el pueblo como la tierra. Dondequiera que vayamos, debemos unirnos con el pueblo, echar raíces y florecer en él”.
*En la Alemania nazi Hitler dijo en un discurso el 6 de Noviembre de 1933: “Cuando un opositor dice: -No me acercaré a vosotros-, yo le respondo sin inmutarme: Tu hijo ya nos pertenece… Tú pasarás. Sin embargo, tus descendientes ya se significan en el nuevo campamento. Pronto no conocerán más que esta nueva comunidad”.
Sin comentarios. Ahora resulta que en la segunda década del siglo XXI volvemos a las andadas copiando lo mejor de griegos, chinos y alemanes, utilizando a los niños como herramienta política, olvidando la história y con ella la Reconquista, parte de la Guerra Civil y cuarenta años de democracia. Peonadas en los campos de Castilla, Extremadura o Andalucía darían mas digno medio de vida a ciertos políticos de nuestros días.
José Antonio Corachán Marzal