Mucho estaban tardando en saltar escándalos de corrupción donde los protagonistas fuesen los socialistas valencianos, quienes gobiernan junto a los nacionalistas de Compromís desde 2015, y el primero en levantar el telón ha sido ni más ni menos que el Molt Honorable Ximo Puig. El escándalo promete mucho por la tupida red de favoritismos y manipulación mediática que hay detrás, amén de posible enriquecimiento personal.
El PP en la Comunidad Valenciana ha exigido la comparecencia del presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, en Les Corts para que dé explicaciones por la reestructuración de la deuda de 1,3 millones de euros de Editorial Prensa Ibérica (EPI) para comprar el Grupo Zeta, en el que está integrada Pecsa, editora del periódico Mediterráneo de la que el líder socialista posee un 1,32 % de acciones.
Así se ha pronunciado este miércoles en un comunicado el portavoz de Economía del PP en les Corts, Rubén Ibáñez, que señala que es «más urgente que nunca «pues cree que ha quedado «demostrado que intervino en la operación para elegir el destino de sus acciones», después de la comparecencia este martes del director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, que desvinculó al presidente de la reestructuración de la deuda.
Illueca subrayó que ha sido una decisión «autónoma» y en base a criterios «estrictamente técnicos» y descartó que el Consell aprobara el decreto de reglamento del IVF el pasado mes de marzo ad hoc para una operación financiera que «no fue una quita«, sino la venta de un activo tóxico «exactamente en las mismas condiciones» que el resto del conglomerado bancario privado que tenía participación.
El popular ha señalado que Illueca «dejó más sombras que luces sobre el caso Puig y las implicaciones políticas que arrastra» y ha apuntado que tras su comparecencia «se han quedado muchas cuestiones en el aire que el director del IVF no supo o no quiso contestar».
Con la condonación de una deuda que hemos pagado todos los valencianos y la inyección de publicidad en ciertos medios, los socialistas valencianos se garantizaban un trato exquisito en cabeceras de las tres provincias de cara a unos comicios electorales celebrados el pasado 28 de abril
«Sí quedó claro que Puig intervino de hecho, existía un conflicto de intereses evidente y aceleró los plazos para cerrar una operación antes de elecciones que le beneficiaba directamente. Debería explicar por qué esa operación se firmó durante la campaña electoral y si considera que sus acciones son un activo tóxico como dijo Illueca», ha sostenido Ibáñez.
Asimismo, ha indicado que el director del IVF «vino a lanzar humo sobre una operación financiera del IVF que, si algo ha dejado claro, es que a quien más beneficia es a Puig que ha visto revalorizadas sus acciones».
«Illueca no concretó ni cuándo se reunió con el presidente, ni el contenido de sus conversaciones, ni por qué no se nos facilita la documentación ni se cuelga en el portal de Transparencia, ni por qué se aprueba el decreto del Consell a toda prisa en tiempo récord, ni por qué se interesó el presidente por esta operación antes de que fuera al pleno», ha denunciado.
En la misma línea, ha señalado que hay «muchas dudas que Puig tiene que venir a despejar». «Entendemos que, dada su reiterada insistencia en decir que está dispuesto a venir a dar explicaciones por voluntad propia, una vez que ya lo ha hecho Illueca, no tendrá ningún problema para comparecer y aclararlo todo. A Puig se le acaban las excusas para no dar la cara en les Corts», ha subrayado.
«No estamos hablando de un tema económico sino político. Una operación teledirigida por Puig para salvar sus acciones y decidir el destino de sus acciones y qué empresa iba a quedárselas», ha recalcado.
Foto portada: La Razón.