El gobierno de Pedro Sánchez reconoce su estrepitoso fracaso en la gestión de la pandemia de coronavirus al superar los 6.500 muertos

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Las cifras de 6.528 muertos y casi 80.000 contagiados no es sino la punta de la terrible pandemia que sufrimos. Los expertos dejan claro que muchos de los fallecidos ni tan siquiera se les ha realizado el famoso «test», entre otras cosas porque no existen salvo en la boca de los ministros y Pedro Sánchez. Esta pandemia está arrasando España, pero también empieza a triturar a un gobierno encaprichado en no poder hacerlo peor. El mundo mira a España con asombro.

¿Qué cambió ayer para que 24 horas después de negar el paro de la producción Pedro Sánchez adoptase esa medida? La respuesta está en los científicos. Así lo ha detallado la ministra portavoz, María Jesús Montero, que con su respuesta ha reconocido que las previsiones de la evolución de la epidemia que maneja el Ejecutivo son peores de lo que esperaban en un primer momento.

Siguiendo los pasos de Italia, pero alardeando de estar en la vanguardia de la toma de decisiones, Montero asegura que este sábado que «los expertos aconsejaron reducir la movilidad a la situación de los días festivos». Una semana más tarde el Ejecutivo quiere recuperar «la movilidad del fin de semana pasado». Del «todo los días son lunes» del Jefe del Estado Mayor de la Defensa al «todos los días deben ser domingo» del Gobierno ahora.

Resulta de todo punto increíble los bandazos de un gobierno superado por miles de muertos que ya recaerán sobre su moral y conciencia en la historia. No caben excusas, y menos en la toma de medidas que supone, sin duda alguna, poner en riesgo vidas humanas

La ministra de Hacienda, que ha avanzado nuevos paquetes de medidas económicas en los próximos meses, cree que el sistema sanitario»necesita ganar tiempo» ante la saturación que se avecina. El paro de la producción a través de un permiso retribuido recuperable, que los trabajadores deberán devolver a la empresa antes del 31 de diciembre, persigue «anticipar la Semana Santa para que la movilidad se comporte como un fin de semana».

María Jesús Montero, con su particular verborrea donde habla mucho y no dice nada, ha asegurado que no hay conflictos con las comunidades autónomas, algo que todo el mundo sabe en España que no es cierto.

Podemos sigue «a lo suyo»

La ministra de Trabajo, la podemita Yolanda Díaz, ha asegurado que con las nuevas restricciones «la economía gana». Esta señora avisa también que «no vamos a ceder a presiones de ningún tipo para modificar la medida» porque, según ella, «el Gobierno prioriza el interés general al interés particular». Algo que no concuerda ante la valoración general del Ejecutivo, que hoy ha reconocido ya su terrible fracaso en la gestión de la crisis sanitaria.

Díaz explica que «no imponemos ninguna medida» y pide que «sean las empresas y los trabajadores las que pacten la devolución de esas horas». La titular de Trabajo opina que se trata de «un permiso muy flexible» para facilitar tanto a los empresarios como a los empleados la recuperación de los días que deberán parar la producción. Medidas que según los expertos en economía, sólo traerán cierres de empresas y por derivación, paro y miseria dadas las circunstancias.

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