Crece el número de representantes y senadores que darán su apoyo a Donald Trump el próximo 6 de enero, día en el que se certificará el ganador de las elecciones presidenciales, durante la sesión conjunta del Congreso y Senado. Uno de ellos es el senador Ted Cruz: «Hemos visto cantidades masivas de fraude«, ha defendido el republicano, quien ha emitido un comunicado conjunto, este pasado sábado 3 de enero, alegando que objetará la certificación del Colegio Electoral a favor de Joe Biden.
Cruz no está solo. A él se le han unido 11 senadores republicanos más que, después de haber visionado las audiencias celebradas ante los senadores de cada estado, no han dudado en dar un paso al frente y rechazar el resultado electoral, debido a «las evidencias irrefutables de fraude masivo en los cinco estados del campo de batalla«; pruebas que fueron presentadas por los letrados de Trump, Rudy Giuliani y Jenna Ellis.
Por estas razones, Ron Johnson, James Lankford, Steve Daines, John Kennedy, Marsha Blackburn, Mike Braun, y los senadores electos Cynthia Lummis, Roger Marshall, Bill Hagerty, y Tommy Tuberville han respaldado a Cruz, asumiendo que «las elecciones de 2020 incluyeron acusaciones sin precedentes de fraude electoral, violaciones y aplicación laxa de la ley electoral y otras irregularidades en la votación», segúnindican en su declaración.
Al igual que Giuliani exigió a los tribunales que se atrevieran a juzgar si hubo o fraude o no, y solicitara que los magistrados «no se lavaran las manos y miraran para otro lado», los senadores critican también la decisión de la Justicia, al desestimar las demandas por fraude electoral. Como consecuencia, según reflejan en su escrito, acudirán a los mecanismos que les permite la Constitución americana: «Idealmente, los tribunales habrían escuchado las pruebas y resuelto estos reclamos de fraude electoral grave. Dos veces, la Corte Suprema tuvo la oportunidad de hacerlo; dos veces, la Corte se negó. El 6 de enero, le corresponde al Congreso votar sobre la certificación de los resultados de las elecciones de 2020. Ese voto es el único poder constitucional que queda para considerar y forzar la resolución de las múltiples acusaciones de fraude electoral grave».
Precedentes legales
Además, anticipando el aluvión defake news al que ya están acostumbrados los republicanos, y por si el mainstream mediático los culpa de gestar un golpe de Estado contra el ganador, los senadores recuerdan que los demócratas utilizaron este mismo procedimiento legal y constitucional para oponerse a los resultados electorales:
«En esa sesión conjunta cuatrienal, existe un largo precedente de miembros demócratas del Congreso que plantearon objeciones a los resultados de las elecciones presidenciales, como lo hicieron en 1969, 2001, 2005 y 2017. Y, tanto en 1969 como en 2005″.
Asimismo, el informe destaca un caso similar a las circunstancias actuales y basándose en estos antecedentes solicitan de urgencia una Comisión de investigación independiente: «En 1877, el Congreso no ignoró esas acusaciones, ni los medios de comunicación simplemente descartaron a quienes los plantearon como radicales que intentaban socavar la democracia. En cambio, el Congreso nombró una Comisión Electoral compuesta por cinco senadores, cinco diputados y cinco jueces de la Corte Suprema para considerar y resolver las devoluciones en disputa. Deberíamos seguir ese precedente. El Congreso debería nombrar inmediatamente una Comisión Electoral, con plena autoridad investigadora y de determinación de hechos, para realizar una auditoría de emergencia de 10 días de los resultados electorales en los estados en disputa».
El senador Ron Johnson ha resaltado que la petición de una investigación especial, «no trata de frustrar el proceso demócrata», sino todo lo contrario, «estamos actuando para proteger la integridad de las elecciones«, ha aclarado.
140 congresistas
Trump ha aplaudido la decisión de los senadores y ha instado al resto de miembros de ambas Cámaras a unirse en la objeción de los votos electorales. Por ahora, un total de 140 congresistas han anunciado que desafiarán la certificación de la victoria de Biden, por ser este «un resultado fraudulento». En este sentido, se pronunciarán contra los estados que fueron demandados, Pensilvania, Georgia, Michigan, Wisconsin y Arizona, por «irregularidades evidentes en su recuento de votos».
Fuente: Libertad Digital