Según la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad crece en España a una velocidad superior a los parámetros detectados en otros focos como son China, Italia o Irán. Se ha confirmado a mediodía de hoy que ya son 48 los fallecidos en el territorio español.
Las cifras, que contemplan ya haber superado los 2.100 enfermos con el virus surgido en la provincia china de Wuham, están generando inquietud entre la población. El trabajo de las diecisiete autonomías parece no ser tan severo dada la evolución en unas u otras. Contrasta que mientras Madrid ya supera los mil casos, en Cataluña parece todo paralizado, cuando en su capital, Barcelona, se recibe el mayor número de turistas en España cada año, especialmente italianos. Y no podemos olvidar que en los últimos días han estado aterrizando miles de vuelos procedentes del país trasalpino sin controles de ningún tipo pese a ser conocedor el gobierno de España de la gravedad de lo que estaba sucediendo en Italia.
Tampoco pasa desapercibido que al sur de Cataluña, en la Comunidad Valenciana, se ha tenido que suspender una fiesta Patrimonio de la Humanidad como son las Fallas.
Surgen dudas si algunas autonomías ocultan o no la realidad a sus ciudadanos, intentando rentabilizar políticamente el asunto, como sucedió con el gobierno liderado por socialistas y comunistas con las manifestaciones del 8 de marzo
De momento, tras la aparición ayer de Pedro Sánchez en una comparecencia pública anunciando medidas que no se concretaron en nada, la alarma crece entre la población ante la más que evidente irresponsabilidad de gestionar una crisis sanitaria que apunta a ser de dimensiones históricas en nuestro país.