«Corazón de melón». Por José Antonio Corachán

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Hoy como era de esperar nos toca hablar del melón puesto que desde hace tiempo se ha ganado el protagonismo. No me refiero al melón veraniego, al amarillo o al piel de sapo. Tampoco voy a discutir si su origen fué asiático, africano o de Villaconejos. Del melón que hoy toca hablar (Cucumis moncloensis) sabemos que es de origen madrileño, bobo, necio, torpe, ignorante y doctor en corta y pega. Por si acaso el lector anda despistadillo en cuanto al sujeto a que me refiero, a pesar de todas las pistas que he dado, añadiré que últimamente repite cual loro guacamayo: “Tiendo mi mano… lo digo sinceramente, de corazón…” ¿Ya está claro de quien se trata? Sigamos.

La mano se tiende por muy diversas razones; para saludar, para pedir, para ayudar, para que te ayuden… ¡ahí le dió! Para eso tiende la mano, para que entre todos le ayuden a salir del fangoso zarzal en el que está preso por su incapacidad y la colaboración de su socio (el individuo del casoplón con jardín). Al parecer la mano que tiende no tiene dedos, tiene según dice pactos, rentas vitales,  subvenciones para los medios afines y mentiras, patrañas, bolas y bulos emboscados. Porque ¿que acuerdos espera conformar? ¿los suyos? ¿tiene alguno que no sea su permanencia inamovible en la presidencia? Y para ese viaje ya tiene a sus compañeros de salón, separatistas, republicanos, turolenses de Valencia y neocomunistas trasnochados.

Actual gobierno de España, en entredicho por casi todos los españoles ante su pésima gestión de la crisis generada por la pandemia de coronavirus

Una vez mas anda equivocado, en mi opinión no necesita ayuda política. Lo que necesita es dejar el gobierno urgentemente y un tratamiento psiquiátrico profundo, integro y exhaustivo. Desde el punto de vista anatómico-social hay cuatro clases de corazones:

    El corazón normal, el de toda la vida hasta que deja de funcionar. 

    El corazón de piedra, carente de arritmias y sentimientos.

    El corazón motorizado electrónicamente con marcapasos, como el mio.

    El corazón de melón, que necesitas abrirlo para saber si es dulce o pepino.

Dentro de estas cuatro clases de corazón existen subclases de las que no voy a hablar por no aburrir al lector. Ahora bien como no hay regla sin excepción, ni rareza sin sistema, excepcionalmente he de mencionar una subclase cardiaca dentro del corazón de melón, que responde al nombre científico de Cucumis moncloensis artificiale, es del modelo “miente mientras late” y sobre el que estoy soltando esta parrafada.

Recuerdo que hace dos, tal vez tres años, el sujeto del casoplón con jardín incluido y UVI a la puerta, estuvo con sus camaradas haciendo la temporada (asesorando) a los comunistas demócratas de El Salvador, Bolivia y Venezuela. Allí aconsejó y hemos tenido sobrada ocasión de ver los resultados de su adiestramiento. Aquí se nos ha colado en el gobierno de Vicepresidente, el resultado… hoy no… ¡mañana!. Porque si el 23% de nuestro PIB es el turismo y la hostelería, y están cerrados, si el 80% de nuestra producción de automóviles se exportaba y ya no exporta, si el 95% de nuestras empresas son PYMES y están paradas, si no hay mano de obra para el campo, si llevamos arrastrando deuda pública durante diez años, si dice estar rodeado de técnicos y especialistas y en su CV figura como licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense, tengo claro que cuando salga disparado del Gobierno quedará inscrito “in eternum” en el paro cobrando la Renta Mínima Vital-icia. No será el único, irá acompañado de Escribá, de Ribo y otros fantasmas que le acompañan en su maravillosa política del progreso. Todos estos ¿saben hacer algo medianamente bien, algo que no sea engañar y mentir?…

La falta de previsión y planes de recuperación económica pueden arrastrarnos a situaciones límites en ciudades turísticas como Benidorm y toda la Costa Blanca.

Centenares de ciudadanos han fallecido por falta de previsión y por haberles antepuesto idearios políticos a su salud. Los que quedamos si seguimos gobernados por estos genios demócratas, moriremos igualmente pero de hambre. Su sistema de coacción social les da para vivir el día a día, al resto nos da para sufrir su incompetencia minuto a minuto. Su compañero de la hoz, el martillo, el jardín y la UVI móvil a la puerta, decía literalmente el otro día: La democracia es un movimiento expropiatorio en el que una minoría acapara el poder y el resto carece de él”, la experiencia hace maestros, y añadía: “La información es un derecho, no puede ser un negocio” después de haber soltado 15.000.000 € a los medios de comunicación afines.

Jefe de opinión de Agencia6

Por otra parte el sujeto del Cucumis moncloensis artificiale se ha dado cuenta que el Abrazo del Oso le esta  enfangando y como tenía previsto no le deja dormir por las noches y ha recurrido a la vieja técnica nazi, inventarse bulos en la oposición para dar paso a su revolución. Pero no importa, porque con el calor volverán las oscuras golondrinas del balcón sus nidos a colgar y nosotros, a nadar separados a 2 metros en el mar.

José Antonio Corachán Marzal

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