El caso es que el tema del género estaba claro desde Adán y Eva, como claro estaba desde siempre lo de lesbinanas y maricas. Ahora bien, llegaron los doctores del “copia y pega” que como son cortitos (por eso pegan y cortan) tuvieron que distinguir entre todos y todas, blancas y blancos, morcillas y chorizos. No suficientemente contentos con esta dicotomía y confusos entre izquierda y derecha, por lo del cambio de chaqueta, pusieron de moda la transversalidad. Asumida esta, se han visto obligados ante el éxito obtenido entre la manada de borregos, a poner en práctica una nueva ciencia, la Protocología, y ahora todo está basado, encauzado y dirigido por protocolos.
El último, hoy por hoy, es el Protocolo del Bulo, es decir de la mentira burda y pura, de tal suerte que todo lo que me puede perjudicar es bulo y el resto… su coalición de gobierno. La forma de combatir el bulo que normalmente sería con la transparencia debida a la verdad, la han cambiado por la censura que mutila la libertad, y así voy malviviendo, con la censura en los talones y la libertad por los suelos. Ante la llegada de la conjunción planetaria socio-comunista he tenido que enfocar de nuevo mi telescopio político-social y he descubierto los siguientes planetas:
* Planeta Sánchez: Su totalitarismo y vital moncloarismo le impiden ver mas allá de sus propias narices, rechazando cualquier crítica a su política que pueda poner en peligro su permanencia en la residencia actual. Se aferra a un mal denominado “Pacto de la Moncloa”, cuando realmente debía denominarse “Ni con agua hirviendo abandono la Moncloa”. Está convencido de que los aplausos de los balcones van dirigidos a él.
* Planeta Grande Marlaska: No puede haber mejor siervo para tan gran señor (Sánchez). Menudo pájaro en tan menuda jaula de buitres rojizos. Todo un magistrado que califica de “violencia de género” lo que el el instructor policial califica de suicidio; le invitamos a que dimita de ministerio y magistratura y vuelva a reciclarse en la Universidad. Si añadimos la utilización del Data-covid para rastrear nuestros móviles, auguramos un puesto a futuro para jubilarse como director adjunto en Movistar.
* Planeta Iglesias (con perdón): Su pertenencia al CNI y apadrinamiento con el covid-19 le permiten saltarse a la torera el estado de alarma a pesar de estar infectado, evitando la denuncia a la que se han visto imputados mas de 650.000 conciudadanos por similar actitud. Su aversión a la corbata le obliga a declarar que desea una república donde el Jefe de Estado jamás vista de militar. Luego hay quien dice que el “pescao va caro”.
En este cosmos político hay también satélites, asteroides y cometas que por el momento no van a gozar de singularidad alguna, habida cuenta de la importancia de los tres planetas que hemos descrito. No olvidemos que los planetas son cuerpos elestes que describen órbitas elípticas que tienen dos focos, en este caso un foco es el dinero) y otro foco el poder. Nos importa su origen, su trayectoria y su futuro. Estoy seguro de que su origen nada tiene que ver con la teoría del Big Bang, está mas próximo al modelo de Friedman-Robertson-Walker, por aquello de su desplazamiento al rojo. Su elongación es el materialismo (esencia del comunismo). Su trayectoria no ofrece duda alguna: El alma no existe, solo existe la materia que va evolucionando con el comunismo. Este elimina las clases sociales igualándolas y así consigue la felicidad completa, sin opresores ni oprimidos. Ellos consiguen con tesón leniniano y abnegación troskista, habitar en Casoplones o Moncloas capitalistas, hasta el fin de sus días. ¿Igualdad?.
El resto de los mortales si están de acuerdo, a callar y a obedecer. Que no lo están, allá ellos, desdichados y funestos mortales de la gleba, aguantad mentiras, insultos, huelgas, manifestaciones, barricadas ardientes y disturbios. Al final acabareis oyendo a Aixa, la madre del sultán Boabdil de Granada, diciéndoos: “Razón es que lloréis como mujeres, pues no supisteis defender vuestra soberanía como hombres”. ¡Carecen de un 016!.
Pero volvamos al observatorio en el que estábamos mirando al universo político. Ya hemos dejado sentado el objetivo de estos “planetas”, dinero y poder, pero hemos olvidado una ley universal la Ley de la Gravedad que nos mantiene a todos atenazados a su fuerza. Si el Big Bang nos aleja constantemente a unos de otros, es probable que la gravedad harta de verse quebrantada con la expansión, nos contraiga en un Big Crunch (Gran Implosión) que no deje en pié techo de Casoplón o de Moncloa donde cobijarse a esta pandilla de espabiladillos progresistas. Habremos llegado entonces al Big RIP (Gran descansen en paz) y perdida la gravedad, poder y dinero, dinero y poder serán absorbidos y destruidos en un mísero y lóbrego agujero negro. Es preciso mantener los pies mortales en el suelo, no hay bien que cien años dure, es cosa de paciencia…
Pero claro, una cosa es la paciencia y otra la bobería, la memez y el dislate con la que nos tratan los planetas socio-comunistas. Sí, admitiría que mi teoría de los Very Bigs puede ser un bulo. Pero siempre y cuando ellos admitan que son pura patraña los siguientes extremos:
- Que estaban in albis en cuanto a la importancia extrema del covid-19.
- Que el supuesto Pacto de la Moncloa II no es una tapadera.
- Que el Data-covid tras el confinamiento ilícito nos privará de nuestra libertad.
- Que la mordaza de los “bulos” trata de acabar con nuestra libertad de expresión.
- Que las Cartillas de Racionamiento están imprimiéndose en China con fecha de julio.
- Que saben gobernar en democracia.
El caso es que hoy había venido a comentarles otro tema, la censura, y me estaba olvidando de él. Hace unos días y en mi calidad de consejero del Consejo Vecinal de Benidorm recibí la petición de abstenerme en hacer comentarios buenos o malos sobre la gestión del covid-19… ¡Ahí queda eso!. Ya ve el lector que entre listos anda el juego, por eso comentaba en un principio que ando con la censura en los talones. Otro día con mas tiempo entraré en detalles.
José Antonio Corachán Marzal