Análisis de The Elder Scrolls: Blades para Nintendo Switch

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Versión comentada Nintendo Switch

La franquicia The Elder Scrolls siempre ha sido un juego rico en mundos abiertos, historia, personajes y diálogos, siendo cuidados siempre desde el minuto uno de juego. Con eso en mente, debemos recordar que The Elder Scrolls: Blades salió originalmente para teléfonos móviles y que esta versión es un port directo de dicho juego a Nintendo Switch, donde conserva los múltiples fallos que ya tenía. Sin embargo, se enfrenta a su propio hermano mayor, The Elder Scrolls V: Skyrim, y como resultado es un juego totalmente deficiente.

Nada más empezar deberemos personalizar a nuestro avatar seleccionado de una multitud de razas, cada una con sus propios potenciadores de estadísticas. En la historia principal, la Reina Sangrienta ha destruido por completo nuestra ciudad y secuestrado a muchos de sus aldeanos. Nuestro objetivo es reconstruir la ciudad y su prestigio hasta el punto de atraer nuevos residentes. Es casi como si alguien intentara hacer una versión medieval de Animal Crossing, pero completamente descafeinada.

Podremos personalizar el personaje a nuestro antojo.

La reconstrucción de la ciudad requiere recursos que se obtienen al completar misiones. Misiones que se actualizan diariamente junto con las misiones de los distintos miembros de tu ciudad. Por lo tanto, construir tu ciudad te dará más misiones, pero poco más deberemos hacer. La mayor de las pegas que tiene Blades es que nos cansaremos de repetir hasta la saciedad las mismas localizaciones ya sea para rescatar a varios aldeanos, o acabar con distintos enemigos que nos encontremos para despejar una zona determinada.

Aquí podemos ver la distintas misiones, tareas y desafíos que deberemos llevar a cabo, pero repetitivas a más no poder.

Una vez hayamos elegido la tarea que debemos realizar, el jugador avanza a través de un nivel mayormente lineal, en el que rara vez nos perderemos, pero pulsando el stick izquierdo aparecerá un haz de luz azul que nos servirá de guía para encontrar la salida. Encontraremos cofres con suculentas recompensas que podremos gastar en la reconstrucción de nuestra ciudad. El juego dispone de multitud de micro-transacciones para avanzar más rápidamente en en el juego. Por ejemplo, cuando construyamos un edificio en la ciudad tardará varias horas reales en realizarse, pero si pagamos con dinero real nos ahorraremos ese tiempo y se construirá al instante.

Sistema de micro-transacciones que tendremos si queremos avanzar rápido en el juego.

Con respecto al combate, durante las primeras dos horas os parecerá interesante, pero pasado ese tiempo os daréis cuenta que es más aburrido que contar los pelos de una peluca. Una vez que un enemigo se acerca lo suficiente, la vista se bloquea y la libertad de movimiento desaparece. Usando los gatillos izquierdo y derecho, el jugador atacará con su arma desde la izquierda o la derecha. Inclinando el stick analógico sacaremos nuestro escudo para bloquear un ataque en el momento justo, teniendo así una oportunidad para atacar. Me hubiese gustado poder profundizar más en el sistema de juego y sus tareas, pero es que nada más tendremos para hacer en la historia de The Elder Scrolls: Blades.

En el apartado gráfico nos encontramos un juego que se nota que fue creado para teléfonos móviles, y eso en el modo Tv y portátil hace que el juego se vea tremendamente feo, haciendo que se aprecien todas las costuras que el juego tiene. Las animaciones son muy toscas y los escenarios se sienten muy vacíos. El apartado sonoro no está mejor trabajado, porque no destaca nada en particular, esto hará que básicamente juguemos con poco o nada de volumen, porque no encontraremos los bastantes alicientes que nos incite a jugar con el volumen subido.

CONCLUSIÓN

The Elder Scrolls: Blades es un juego que aprovecha el tirón de la saga principal, pero nada más. Los combates son muy aburridos, las tareas a realizar son repetitivas hasta decir basta, la banda sonora es mínima y el acabado gráfico es horrible. Lo poco bueno que tiene es que los textos vienen al castellano, por lo demás, The Elder Scrolls: Blades es un juego free to play que no saca partido de las bondades que tiene la saga The Elder Scrolls, quedándote con un juego feo sin nada que justifique su propia existencia.

Hemos realizado el análisis descargando el juego directamente de la eShop de Nintendo Switch.

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