Análisis de Los Pitufos: Operación Vilhoja

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Juego disponible en formato físico y digital para PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch.

Analizado en PlayStation 4.

Desarrollado por OSome Studio, creadores de Asterix & Obelix XXL Romastered y Asterix & Obelix XXL 3 – El Menhir de Cristal, publicado por Microids y distribuido por Meridiem Games nos traen Los Pitufos: Operación Vilhoja, un juego de plataformas y aventuras en 3D ambientado en el encantador mundo de Los Pitufos.

Desde la Atari 2600 hasta la actual generación de consolas hemos tenido muchos juegos basados en el mundo del dibujante belga Peyo, pero fue en la década de los noventa cuando realmente hicieron su entrada al entretenimiento digital gracias a Infogrames.

En su oscuro laboratorio, Gargamel ha descubierto la fórmula que le permite crear una planta llamada La Vilhoja. Esta produce semillas, las cuales terminan convirtiéndose en Viltrampas para poder capturar a nuestros amigos azules. Pero también son un gran peligro para el bosque ya que son tóxicas.

Para arreglar la terrible situación, Papá Pitufo decide pedirle ayuda a Fortachón, Filósofo, Cocinero y Pitufina para que lo ayuden a encontrar los ingredientes para crear un antídoto lo suficientemente poderoso como para erradicar La Vilhoja y curar así a las plantas afectadas.

Podremos cambiar de pitufo en cualquier momento una vez hayamos terminado por primera vez el juego.

Para ayudarlos en su búsqueda, el inventor Pitufo Manitas que nos proporciona una herramienta muy útil: el Pitufumigador, que les permitirá deshacerse de los Vilbichos además de curar las plantas afectadas. Una aventura que llevará a los 4 pitufos en un viaje de exploración a través de los diferentes entornos del juego. Ya sea en el bosque, en los pantanos o incluso en el lugar más peligroso de todos, ¡el laboratorio de Gargamel!

Gracias al Pitufumigador podremos hacer sprints, limpiar la contaminación, eliminar a los enemigos, planear largas distancias o lanzarnos en bomba para crear una onda expansiva de antídoto. Además gracias a los objetos que recojamos en la aventura las pondremos cambiar por mejoras para el Pitufumigador en el taller de Manitas.

El juego además cuenta con la posibilidad de disfrutar de la aventura en cooperativo pero con un serio problema que se mantiene tanto en cooperativo como en single player: la cámara.

Tanto en el modo un jugador o en cooperativo la cámara es muy importante ya que la misma se centra en el jugador que controla al pitufo mientras que el segundo, que es una mochila robótica, puede desplazarse fuera de la pantalla que nunca se dividirá en dos (como en los juegos de Lego). Esto hace que en muchas ocasiones tanto el primer y segundo jugador puedan llegar a perder la paciencia, ya que si los dos jugadores se desplazan en direcciones opuestas provoca que el segundo vuelva de manera instantánea junto al jugador principal. En los dos modos al persistir el fallo de la cámara, repetiremos tramos una y otra vez porque no veremos bien la zona en la que estamos y terminaremos cayendo al agua o al vacío.

Menos mal que disponemos de muchos puntos de guardados automáticos y no tendremos que avanzar mucho para volver a la zona en cuestión.

A pesar de que el juego se pueda completar en pocas hora, es completamente rejugable. Esto lo hace mediante la creación de una serie de coleccionables, que podremos usar para mejorar el pitufumigador, y para liberar todas las zonas contaminadas.

Es cierto que echamos de menos enfrentamientos algo memorables, ya que una vez acabemos con varios bichos de la zona nos limitaremos a liberar al pitufo correspondiente que haya sido capturado por la viltrampa.

Con respecto al acabado técnico hay que resaltar que el juego es muy colorido y las animaciones de los personajes principales lucen muy bien, pero hay decorados y objetos que tardan en cargar las texturas, por lo que afean el acabado final.

El apartado sonoro, sin brillar en exceso nos dejan unas melodías un tanto insulsas, ya que no tenemos el tema principal de la serie de animación y unas canciones que pasarán sin pena ni gloria por nuestra memoria. Por el contrario nos encontramos con un buen doblaje al castellano, teniendo voces muy conocidas como las de Laura Pastor o Abraham Aguilar entre otros.

CONCLUSIÓN

Los Pitufos: Operación Vilhoja nos devuelve a la niñez de todos aquellos que vivimos las primeras aventuras de Papa Pitufo, Fortachón y Pitufina por televisión. OSome Studio ha intentado traer de vuelta dichos recuerdos, pero por desgracia se han quedado a medio camino. Los fallos de cámara y la carga tardía de texturas hacen que no termine de lucirse como debería. Aún así es un juego que se disfruta más en compañía, y sobre todo si eres uno de aquellos niños que disfrutamos con los pequeños personajes azules. No es el juego perfecto que les gustaría tener a los fans, pero marca un buen camino a seguir.

Hemos realizado el análisis gracias a un código que nos ha proporcionado Meridiem Games.

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