IN MEMORIAM
Mi querido y siempre admirado José Antonio Corachán Marzal hoy hubiese cumplido 83 años. Nos dejó para siempre el pasado 1 de julio, y he querido dejar mi particular homenaje en una fecha como es este 18 de julio, donde a estas horas seguramente estaríamos celebrando su LXXXIII aniversario. Descanse en Paz.
Corachán, que así se le conocía en Benidorm, logró a través de su incansable labor en beneficio de la comunidad y sociedad por igual, logros que han quedado sin finalizar, pero que con su ayuda desde el lugar de privilegio que debe ocupar en el cielo, se rematarán con éxito más pronto que tarde.
Durante la mañana del sábado 2 de julio tuvo lugar la Misa Corpore in Sepulto en la Parroquia de La Almudena, donde faltaron algunos miembros de la política, fiestas y entidades de Benidorm que no estuvieron a la altura del momento. Ellos sabrán por qué dejaron de reconocer y homenajear en su despedida a un hombre que siempre luchó por el bien de todos a cambio de nada, y de forma especial, los más desfavorecidos.
Hoy puedo decir, porque creo que debo hacerlo, que quienes piensen que los asuntos de corrupción política y empresarial que estaban hilvanándose desde su mesa de trabajo para ser llevadas a los juzgados y que lideraba Corachán la linea de investigación, se terminarán ejecutando. Que nadie lo dude.
Días antes de su ingreso hospitalario, juntos habíamos conseguido todos los sonidos y actas de uno de los casos de corrupción más lacerantes de la historia reciente de Benidorm, el «Caso Foietes». Un asunto donde PP y PSOE, Partido Socialista Obrero Español y Partido Popular, con sus alcaldes de antaño y de hoy, y junto a concejales de ambos partidos (unos ya ex ediles y otros sentados en el Salón de Plenos hoy), hicieron que 440.000 euros de pago a la familia Bergia por sus terrenos del actual parque, se convirtiesen en 4.400.000 euros (sin contar descuentos).
Un trabajo de ocho años que había dado su fruto y que ahora toca llevar ante la Justicia para que impartan eso, Justicia, y paguen los autores de ese atraco a las arcas municipales y al dinero de todos, debido a presuntas «negligencias» ocultadas tras una comisión de investigación que el propio Consejo Vecinal de Benidorm realizó, y cuyos resultados fueron manipulados y escondidos en un cajón por los propios políticos. Ahora sus voces y sus actas serán llevadas ante un juez. Ése fue un trabajo de Corachán que ahora otros tendremos que elevar a público y obrar en consecuencia ante tanto corrupto. Es posiblemente el mejor testamento de José Antonio al pueblo que tanto amó.
No podemos olvidar el insufrible asunto de la Fundación Cortés Roig, que dará que hablar en su momento, y por el que fuese perseguido nuestro querido José Antonio Corachán. Ni tampoco la escandalosa tarta de corrupción que se sigue amasando con la herencia de la Fundación Ruzafa en los terrenos el ahora llamado Ensanche Levante, antaño Armanello, donde todos los políticos locales callan a sabiendas de lo que se oculta al pueblo como patrimonio de todos. Todo llegará a su destino, que nadie dude de ello…..pese a todo y por encima de todo.
Corachán fue un hombre que trató por igual a un mendigo que a un emperador, a Usted, a tí o a mí mismo. Siempre estuvo colaborando con el mundo del asociacionismo, las fiestas, los empresarios, la cultura, la política…..y todo aquel ser humano que necesitase de su ayuda, algo que ya quedó más que acreditado. Sería innumerable la cantidad de casos que vieron mis ojos, todos ellos remarcables, realizados con discreción y eficacia.
En este homenaje podría extraer muchos archivos de momentos compartidos con él en medios de comunicación local, todos brillantes porque Corachán brillaba por sí solo con su impecable personalidad. Al azar aquí va uno de esos instantes vividos a lo largo de 2015…..
Una vez he vuelto a ver sus reflexiones sobre la actualidad de la Capital Europea del Turismo de Sol y Playa, estos días también siendo noticia por la segunda edición del BenidormFest, sólo me queda agradecerle todos y cada uno de los momentos que he compartido con él, y que para mí siempre fue una fuente de sabiduría, honradez, sensatez y sentido común.
No quiero dejar de citar en este homenaje a su esposa, a mi querida y adorada Paqui Lancis, ni a su hijo Paco, quienes cuentan con mi cariño y apoyo incondicional. Ambos ofrecieron a Corachán una despedida donde el amor de familia se impuso por encima de todo. Y eso sólo sucede cuando hablamos de grandes personas y corazones inmensos.
Querido Corachán, Muchas Felicidades por tu cumpleaños. Finalizo diciendo públicamente algo que me pediste en privado, y es que tu trabajo tuviese una continuidad. Pongo a Dios por testigo que así será. Ya estamos en ello, sin perder un segundo, como a tí te gustaba actuar.
Siempre te recordaremos y te querremos.
¡Descansa en Paz!