En muchos medios se ha utilizado la muerte del gran artista alicantino para especular con la presencia de su hijo en el entierro de Camilo Sesto, con su situación económica en estos momentos, y con la herencia de su padre.
De esta forma, y haciendo el más completo ridículo, en ciertos programas de la élite de la casquería en la televisión de España, se ha llegado a decir que el hijo de Camilo Sesto, «Camilín», llegó procedente de España porque alguien le pagó el billete de avión, algo que excede de la dignidad del periodismo en una situación como la vivida por el joven, fuese o no verdad.
Por otra parte, y para sacar tajada del momento de la muerte del gran artista de Alcoy, se ha especulado con que firmó en México un documento hace años donde hijo de Camilo Sesto hubiese firmado la renuncia de la herencia de su padre de forma engañosa por parte de alguien.
Todo periodista debe saber que en España no puede renunciarse a una herencia antes de fallecer quien otorga o no testamento, aparte de que la conocida como «legítima» no se la hubiese podido quitar nadie a Camilo Blanes
Una vez más, el periodismo español, en este caso el de la casquería «del corazón», ha hecho el más completo ridículo amén de hacer un flaco favor a la sociedad al contar mentiras de algo tan serio como son las herencias de padres a hijos. Un ridículo que es extensible a buena parte de todos los diarios y cadenas, inmersas en un mundo irreal sujeto a intereses muy oscuros. Y así nos va.
Foto portada: El Nuevo Día ( archivo )
