Al menos 73 detenidos y 13 heridos en una fiesta ilegal en Ibiza

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  • Once agentes heridos con barras de hierro, palos e incluso piedras por parte de los asistentes. Un policía local tuvo que realizar un disparo de aviso para disolver a los agresores.

Un total de 73 personas, según el director insular de la Administración general del Estado en las Pitüses, Enrique Sánchez, han sido detenidas hoy por la Guardia Civil por participar en una fiesta ilegal en una zona de bosque protegida de Platges de Comte, cerca de la Torre den Rovira, en el municipio de Sant Josep. A primera hora de la mañana, durante el primer momento del operativo para disolver esta ‘rave’ ilegal, un policía local se ha visto en la necesidad de realizar un disparo al aire para evitar ser agredidos por la multitud.

Al menos 11 guardias civiles, un policía local de Sant Josep y un asistente han resultado heridos de diferente consideración y han sido atendidos en el lugar, según la Guardia Civil. Desde el Ib-Salut añaden que los dos participantes en la fiesta atendidos, una mujer española de 27 años y un varón italiano de unos 30 años, ingresaron con un cuadro de contusiones. El director insular añade que la mujer sufría una intoxicación por drogas y el hombre tiene un hueso roto y no tuvo que permanecer en el hospital.

El comandante de la Guardia Civil de Ibiza, Enrique Gómez, explica que la fiesta se inició anoche con la asistencia de alrededor de mil personas, y que tuvieron conocimiento de ella después de ser avisados por la Policía Local de Sant Josep a primera hora de esta mañana. «En el momento en que interviene la policía local de Sant Josep con la Guardia Civil calculamos que habría más de doscientas» personas, relata Gómez, y añade: «Cuando se interviene para decirles que se tienen que disolver y parar la música porque es ilegal y porque se encuentran en una zona protegida, se niegan a hacerlo, provocan a los agentes y llegan a agredirles, lesionando a varios de ellos».

En ese momento, y ante la gravedad de la situación (asistentes a la fiesta echan mano de todo lo que pueden: palos de hierro, piedras…, apuntan las mismas fuentes), piden «apoyo y se movilizan recursos de toda la isla, tanto de guardia Civil como de policías locales de Sant Josep, Santa Eulària y Sant Antoni, reuniéndose más de cuarenta agentes de los cuatro cuerpos de seguridad para poder intervenir los equipos de música, parar la fiesta y proceder a las detenciones de los organizadores y de la gente que había atendado contra los agentes de la autoridad», agrega el comandante de la Guardia Civil.

Los primeros en llegar fueron agentes de la Policía Local de Sant Josep, pero la escasa visibilidad (era todavía de noche), la gran cantidad de gente que había en la fiesta y la falta de medios les han disuadido de actuar. Más tarde, han solicitado la presencia de la Guardia Civil y refuerzos del resto de policías locales de la isla porque se estaba produciendo «algún incidente». Ha sido entonces cuando uno de ellos ha tenido que disparar su arma al aire para disolver a un numeroso grupo de asistentes, que al parecer se dirigía a ellos con la intención de agredirles.

Desde el Ayuntamiento explican que en un primer momento, los agentes se limitaron a controlar los accesos a la fiesta y, cuando se han acercado para instar a los asistentes a abandonar la zona, «se han encontrado con una fuerte resistencia, con gente con una actitud bastante agresiva. En ese momento había en la fiesta alrededor de 200 personas. Los agentes han sido expulsados y es entonces cuando han pedido ayuda a la Guardia Civil». Santa Eulària y Sant Antoni también han enviado patrullas y se han desplazado a la zona miembros de Protección Civil y dos ambulancias.

Los agentes han sido atacados «con todo lo que tenían a mano»

Desde el Consistorio calculan que hay al menos cuarenta detenidos, y confirman que dos de sus agentes han resultado heridos, con «cortes leves». «Les han atacado con elementos contundentes, con todo lo que tenían a mano, y un agente ha tenido que disparar al aire», confirman desde Sant Josep.

En la zona de bosque en la que se ha desarrollado la fiesta había diseminados pasado el mediodía varios camiones, algunos habilitados como viviendas, y más de cuarenta coches de particulares. A medida que los agentes iban identificando a los asistentes, con la fiesta ya abortada, han ido saliendo asistentes a la fiesta en un goteo continuo, algunos descalzos y otros en chanclas, la mayoría cubiertos de polvo y arena. 

La Policía Local de Sant Josep ha localizado además un generador de «bastante potencia» y combustible. «Da la sensación de que tenían la intención de pasar varios días de fiesta», han comentado fuentes municipales».

El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, se ha desplazado hasta el lugar, donde también se encuentra el concejal Ángel Luis Guerrero. Además de los agentes de los cuerpos de seguridad, también hay efectivos de Protección Civil en un despliegue «importante».

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