¡El martillo del Supremo cae como un yunque sobre el corazón del PSOE! En una decisión que retumba como un trueno en los pasillos de Ferraz, el juez Leopoldo Puente ha decretado prisión provisional sin fianza para José Luis Ábalos y Koldo García, al apreciar un «extremo» riesgo de fuga que hace inviables las medidas cautelares previas. Con indicios «más que bastantes» de graves delitos –cohecho, malversación y organización criminal en la trama de mascarillas–, el magistrado rechaza argumentos de arraigo y recursos económicos limitados, enviando al exministro y su asesor a Soto del Real en horas. Ábalos se convierte en el primer diputado en activo que ingresa en prisión manteniendo su escaño, un hito que obliga al Congreso a informar a su presidenta y que deja al PSOE con un voto fantasma en un hemiciclo ya frágil. ¡Mientras la Fiscalía Anticorrupción celebra la «veracidad» de las pruebas, el Gobierno de Sánchez tiembla ante un juicio inminente que podría salpicar a más altos cargos y desatar una crisis interna brutal!
La vista en la Sala de lo Penal del Supremo fue un duelo de voluntades que duró horas, pero el veredicto de Puente no dejó resquicios para la esperanza. «El riesgo de fuga es extremo y no puede conjurarse con medidas menos gravosas», dictaminó el juez, desmontando las defensas de ambos. Para Ábalos, su salario de diputado (unos 3.200 euros brutos mensuales) «no le vincula de manera estable a España», y sus «recursos económicos bastantes» –incluyendo contactos internacionales– lo convierten en un candidato ideal para huir. El exministro, visiblemente demacrado, juró ante el tribunal: «No tengo a dónde ir», argumentando arraigo familiar en Valencia y una economía raquítica de solo 6.000 euros en el banco. Su letrado remató: «Esto vulnera el derecho a la participación política de sus votantes». Koldo García, por su parte, invocó su hija de cinco años, matrimonio y familia a cargo, pero Puente lo vio como un lazo «temporal» que no frena a un hombre con pasaporte y red global.
El cambio de postura judicial es un mazazo que nadie vio venir tan rápido. Hasta el procesamiento del 3 de noviembre, Puente y el fiscal jefe de Anticorrupción consideraban suficientes la retirada de pasaportes y las comparecencias quincenales. Pero los escritos de acusación –24 años para Ábalos y 19,5 para Koldo por la Fiscalía, hasta 30 por las acusaciones populares– y el auto del 23 de septiembre que separó la trama en dos piezas (mascarillas ya a juicio, y amaños en obras públicas pendientes) inclinaron la balanza. «Hay graves hechos delictivos y un juicio previsible en meses», razonó el juez, citando anotaciones de Koldo en documentos ministeriales y pagos sospechosos que confirman la «veracidad» de testigos como Víctor de Aldama. La prisión, comunicada a la presidenta del Congreso Francina Armengol, suspende derechos de Ábalos –sin sueldo, voto ni intervenciones–, pero mantiene su acta: un «diputado fantasma» que podría «embarrar» al PSOE con revelaciones desde la celda.
El impacto en el PSOE es un tsunami que podría arrastrar al Gobierno. Ábalos, exnúmero tres del partido y fiel en votos pese a su alineación con el grupo mixto, deja un hueco numérico en un Congreso donde la mayoría absoluta es un espejismo: sin su voto, Sánchez depende más de Junts y ERC para sobrevivir. Fuentes socialistas susurran pánico: «Puede pasar cualquier cosa en votaciones clave», mientras el PP celebra como un festín –»El fin del sanchismo corrupto»– y Vox clama dimisiones en cascada. La trama Koldo, que ya devoró a Ábalos y acecha a Santos Cerdán por sociedades con Aldama, se expande como un virus: ¿salpicará a Reyes Maroto o María Jesús Montero? El jueves, con ambos en prisión, el PSOE enfrenta no solo un vacío parlamentario, sino una crisis de credibilidad que podría costarles la investidura.
Esta no es una sentencia aislada; es el clímax de un culebrón que redefine el poder en España. ¿Renunciará Ábalos a su escaño para evitar el escarnio, o usará su inviolabilidad para soltar bombas? En Agencia6, el suspense judicial nos tiene sin aliento: ¡Ábalos tras barrotes, pero su sombra más larga que nunca! Sigue las reacciones en vivo en nuestras redes – porque cuando un exministro cae, el Gobierno entero se tambalea.
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