“Me tomo cada partido como una final”: Rayan, el sueño que se entrena bajo la lluvia y la fuerza inquebrantable de su madre

0
434
Publicidad

El fútbol, para Rayan, no es un pasatiempo: es un latido. Ese latido empezó a rugir en un partido que aún lleva grabado en la piel. “Hubo un gol, un momento en el que todo se detuvo y sentí que el mundo me escuchaba. Ahí grité por dentro: ‘¡El fútbol es mi vida!’, recuerda. Desde entonces, vive cada encuentro como si fuera el último. “Me tomo cada partido como si fuera una final. Intento vivirlo al máximo y, cuando muchos están desesperados y no saben qué hacer, yo les doy la fuerza que necesitan”.

Detrás de esa determinación hay una presencia constante: Yousra, su madre. Ella es la primera en levantarse, la última en irse, la que no negocia con la lluvia, el sol o la tormenta. “Ser el motor que lo lleva a entrenar en cualquier circunstancia es emocionante; es algo que no cambiaría por nada”, confiesa. “Mi sacrificio más grande ha sido estar con él en cada partido, aunque tenga más hijas. Pero su ilusión lo compensa todo”.

Disciplina de cadete

La rutina de Rayan está diseñada como un plan de vuelo. “Me levanto a las 7:00 de lunes a viernes y voy a clase. Por la tarde, el entrenamiento empieza a las 20:00, pero a las 19:15 ya estoy en el campo. Me gusta llegar pronto y estar tranquilo para que las cosas salgan bien, sobre todo en los partidos”. Entre cuadernos y tacos, aprende a gestionar la presión: cabeza fría para los exámenes, pulso caliente para definir en el área. En esa dualidad, Rayan ha encontrado su equilibrio.

Yousra es, además, la voz que lo levanta cuando el camino duele. “Siempre le digo que no hay nada imposible”, repite como un mantra. “Cuando una lesión lo derriba o un ‘no’ de un club le rompe el alma, le recuerdo nuestra frase de guerra: ‘Levántate y deja el alma en el campo; el esfuerzo de hoy es el gol de mañana’”. Para ambos, el verbo triunfar no se conjuga solo con copas. “Triunfar es dejarlo todo en el terreno de juego y esforzarse mucho para conseguir lo que quieres”, coinciden. El trofeo, si llega, será consecuencia.

Ídolos y carácter

Rayan afila su mentalidad mirando a los gigantes. “Cristiano Ronaldo, por su mentalidad, su dedicación y su esfuerzo; y Luka Modrić, por su estilo de juego”, enumera. No son simples nombres: son patrones de conducta. En Cristiano observa la disciplina del que se queda diez minutos más; en Modrić, la inteligencia para leer el partido y simplificar lo complejo.

@rayannettahmouani2010

#LIVEIncentiveProgram #LIVEMonetization #PaidPartnership @FutbolArena @أخبار Tv @Diario MARCA @Diario 24 Horas @Diario Sport @ÚLTIMA HORA 🚨

♬ sonido original – rayan nettah mouani

Yousra, por su parte, lanza un mensaje a las madres que acompañan sueños similares: “Ayuden a sus hijos a cumplir su sueño y nunca los dejen solos. Apóyenlos en todo”. Su consejo no es teórico; es la crónica de una madre que ha esperado horas en la grada, que ha cruzado la ciudad para un amistoso y que ha dado calor cuando la derrota enfriaba el ánimo.

La profecía de una temporada

Rayan no se esconde cuando habla del futuro inmediato. “Este año voy a hacer todo lo posible para que algún club con buenas categorías, o incluso una cantera, se fije en mí. Quiero ir progresando futbolísticamente”. No es un deseo al aire: es un plan con calendario. Llegar antes, entrenar mejor, competir con valentía. Convertir cada minuto en un argumento.

“Cuando muchos están desesperados, yo quiero ser el que da fuerza”, repite. Esa frase, que podría sonar grandilocuente en otra boca, en Rayan se siente natural. Es la síntesis de su carácter en el campo: intensidad, coraje, compañerismo. Y es también la herencia de Yousra, que le enseñó a no abandonar cuando la cuesta es empinada.

Un sueño que apenas comienza

La historia de Rayan y Yousra es la de miles de familias que se organizan alrededor de un balón: deberes hechos antes del bus al entrenamiento, cenas tardías, botas secándose junto al radiador. Pero hay algo que distingue a este binomio: una claridad de propósito que no espera permisos. “Para nosotros, triunfar es vaciarse cada día”, dicen. Lo demás llegará cuando tenga que llegar.

Rayan mira al horizonte con una promesa que le arde en la garganta. “Mi próximo gran golpe será que se fijen en mí y poder dar el salto. Voy a hacer explotar este año”. Y, antes de volver al vestuario, deja un último latido para cerrar la charla: “Creer, trabajar y nunca rendirse. Nos vemos en el campo”.

Entrevista a Rayan (cadete) y Yousra (madre)

1) Miguel Espinoso: Rayan, el futuro crack. ¿Cuál fue ese momento explosivo —ese gol, ese partido— que te hizo gritar: “¡El fútbol es mi vida!”?
Rayan: Hubo un partido en el que todo salió: corrí cada balón como si fuera el último y marqué. Ahí sentí que el fútbol era mi vida. Desde entonces me tomo cada partido como si fuera una final; intento vivirlo al máximo y, cuando muchos están desesperados y no saben qué hacer, yo les doy la fuerza que necesitan.

2) Miguel Espinoso: Yousra, la guerrera detrás del sueño. ¿Cómo se siente ser el motor que lleva a Rayan a entrenar bajo lluvia, sol o tormenta? ¿Cuál ha sido tu mayor sacrificio?
Yousra: Es emocionante, algo que no cambiaría por nada. Mi sacrificio más grande es estar con él en cada partido, aunque tenga más hijas. Pero su ilusión y su esfuerzo hacen que todo valga la pena.

3) Miguel Espinoso: Rayan, en modo bestia. Cuéntanos tu rutina de cadete: ¿a qué hora te levantas, cómo entrenas y cómo mantienes la cabeza fría entre exámenes y goles?
Rayan: Me levanto a las 7:00 de lunes a viernes y voy a clase. Por la tarde entreno a las 20:00, pero a las 19:15 ya estoy en el campo. Me gusta llegar pronto para estar tranquilo y que todo salga bien, sobre todo en los partidos. Entre estudios y fútbol, intento organizarme y no perder la concentración.

4) Miguel Espinoso: Yousra, la voz de la fuerza. ¿Qué le dices cuando una lesión lo derriba o un “no” de un club le duele?
Yousra: Siempre le digo que no hay nada imposible. Mi frase de guerra es: “Levántate y deja el alma en el campo; el esfuerzo de hoy es el gol de mañana”.

Miguel Espinoso (para ambos): ¿Qué significa “triunfar” en el fútbol? ¿Levantar una copa o algo más profundo?
Rayan y Yousra: Para nosotros, triunfar es dejarlo todo en el terreno de juego y esforzarse mucho para conseguir lo que quieres. Los trofeos son la consecuencia.

5) Miguel Espinoso: Rayan, nombra a tus titanes. ¿Quiénes son tus ídolos y qué fuego te encendieron?
Rayan: Cristiano Ronaldo por su mentalidad, su dedicación y su esfuerzo. Y también Luka Modrić por su estilo de juego. Intento aprender de su disciplina y de su inteligencia en el campo.

6) Miguel Espinoso: Yousra, mensaje a las madres del futuro. Si pudieras gritar un consejo para las mamás de los próximos cracks, ¿cuál sería?
Yousra: Que ayuden a sus hijos a cumplir su sueño y nunca los dejen solos. Hay que apoyarles en todo.

7) Miguel Espinoso: Rayan, lanza tu profecía. ¿Cuál es tu próximo gran golpe en el fútbol este año?
Rayan: Voy a hacer todo lo posible para que algún club con buenas categorías —incluso una cantera— se fije en mí y así poder seguir progresando futbolísticamente.

Último latido
Rayan: “Creer, trabajar y nunca rendirse. Nos vemos en el campo”.
Yousra: “El esfuerzo de hoy es la alegría de mañana”.

Cuando el silbato se apaga, quedan el barro en las botas y una promesa: volver mañana y hacerlo mejor. Rayan empuja desde la disciplina; Yousra, desde el corazón. Juntos entienden que triunfar no es solo alzar una copa, sino vaciarse cada día. Para el representante adecuado, aquí late algo más que un buen cadete: late un crack en construcción. El representante que lo firme tendrá en sus manos a un auténtico crack.

Publicidad

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí