Hollywood tiembla con la filtración que nadie esperaba. Ana de Armas, la diosa hispano-cubana que volvió loco al mundo entero, puso punto final a su tórrido romance con Tom Cruise tras nueve meses de sexo salvaje, entrenamientos subacuáticos y noches de lujuria en yates privados. Pero no fue por la diferencia de edad… fue por algo mucho más oscuro.
“Ana no aguantó más sus fetiches. Tom quería ir demasiado lejos”, asegura una fuente íntima a US Weekly.
El origen: un set mojado y peligroso
Todo empezó en el rodaje de Deeper, donde pasaban 12 horas diarias sumergidos, entrenando para escenas de buceo extremo. “Se tocaban bajo el agua para ‘calmar los nervios’. Empezó como un juego… pero Tom se obsesionó”, revela la fuente.
Ana, según el insider, disfrutaba del riesgo:
- Mordidas en el cuello durante las pausas de rodaje.
- Juegos de asfixia en la piscina del hotel.
- Sexo en el jacuzzi con Cruise atándola con cuerdas de escalada.
“Ella lo llamaba ‘mi Maverick cubano’. Él la llamaba ‘mi bomba atómica’”.
El punto de quiebre: la noche del yate
La gota que colmó el vaso fue una fiesta privada en un yate en las Bahamas. Tom, según testigos, sacó un kit BDSM y propuso un juego que incluía velas calientes y esposas de titanio. Ana, excitada al principio, se asustó cuando Cruise insistió en grabar todo para “revivirlo después”.
“Dijo que no. Él se enfureció. Ahí se rompió todo”.
Ana toma el control
Pese a la química explosiva (“aún se mandan mensajes subidos de tono”), Ana cortó por lo sano.
- Bloqueó su número tras una discusión en el set.
- Se refugió en Miami con amigas que la vieron llorar… y reír al recordar “las locuras”.
- Rechazó un viaje a Clearwater (sede de la Cienciología) que Tom planeó como “reconciliación”.
¿Volverán?
La fuente es clara: “Ana lo quiere, pero no a ese precio. Tom está devastado… y buscando consuelo en actrices más jóvenes”.
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Ana de Armas no ha respondido. Tom Cruise, a través de su equipo: “Respeta su privacidad”.
Pobre Ana, se veía tan feliz en el rodaje. La Cienciología siempre mete la pata en sus relaciones. Ojalá encuentre a alguien normal que no la ate con cuerdas de escalada.
¡Qué barbaridad! Ana hizo bien en ponerle freno a ese loco. Nadie merece que lo graben sin consentimiento, ni siquiera por Tom Cruise. ¡Fuerza, reina cubana! 💪
Jajaja, típico de Cruise y sus «juegos extremos». Nueve meses de pasión y termina por un kit BDSM en un yate… Hollywood nunca decepciona. ¿Quién será la próxima?