Las autoridades de Nueva Zelanda también advirtieron que las costas del país podrían experimentar «corrientes fuertes e inusuales, y marejadas impredecibles» tras el sismo de magnitud 7,7 que sacudió el sur del Pacífico. El miedo a lo sucedido en 2004 en la zona con cientos de miles de fallecidos, y el de 2011 en Japón, ha hecho saltar todas las alarmas.
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El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (Pacific Tsunami Warning Center en inglés), por su parte, informó de potenciales olas de entre 30 centímetros y 1 metro en las costas de Nueva Caledonia y Vanuatu, y Fiji.
Las autoridades de Nueva Zelanda también advirtieron de las costas del país podrían experimentar «corrientes fuertes e inusuales, y marejadas impredecibles».
En este sentido, aunque no se esperan inundaciones terrestres, señalaron que existe un peligro para los bañistas, surfistas, pescadores, las embarcaciones pequeñas y cualquier persona que se encuentre en el agua o cerca de la costa.