El presidente del Senado, Pedro Rollán (PP), ha sido grabado por un micrófono abierto quejándose de la falta de interés de los senadores en el pleno de este miércoles: «A Sus Señorías les importa tres pollas en vinagre». La frase, captada durante una conversación informal con la vicepresidenta primera, Cristina Ayala, ha corrido como la pólvora en redes y ha generado un aluvión de memes y críticas por el lenguaje empleado en la Cámara Alta.
El momento del «micrófono traicionero»
El incidente ocurrió al término del debate sobre una moción del PSOE para instar al Gobierno a reformar la Ley de Secretos Oficiales. Rollán, creyendo que su micrófono estaba apagado, se lamentó ante Ayala:
«A Sus Señorías les importa tres pollas en vinagre».
La expresión, coloquial y malsonante, fue emitida en directo por el canal de televisión del Senado y recogida por los periodistas presentes en la sala.
Reacciones inmediatas
- PSOE: La portavoz Eva Bravo ha calificado la frase de «vergonzosa» y «falta de respeto al institución». «El presidente del Senado debería dar ejemplo, no insultar a los representantes de la soberanía popular», ha dicho.
- Sumar: Yolanda Díaz ha ironizado en redes: «Tres pollas en vinagre resume perfectamente el interés del PP por la democracia».
- Vox: Ha apoyado a Rollán: «Al menos dice lo que piensa. El Senado es un circo gracias al PSOE y sus socios».
- PNV y ERC: Han pedido una rectificación pública y han recordado que «el lenguaje soez no tiene cabida en las instituciones».
Rollán no ha pedido disculpas oficialmente, pero fuentes de su entorno aseguran que fue «un comentario en privado» y que «el micrófono estaba abierto por error».
El Senado: ¿un «cementerio de elefantes»?
La frase ha reavivado el debate sobre la utilidad del Senado, criticado por su bajo ritmo legislativo (apenas 3 plenos al mes) y la baja asistencia de senadores. En la sesión de hoy, solo 120 de los 265 senadores estaban presentes en el hemiciclo.
En redes, #PollasEnVinagre es trending topic con miles de memes comparando la Cámara Alta con un «bar de carretera» o un «reality show».






