Tras la extensa conversación telefónica del viernes (cerca de hora y media) entre los presidentes ruso y estadounidense, Vladímir Putin y Donald Trump y con el encuentro ya pactado de antes de los ministros de Exteriores ruso y norteamericano, Serguéi Lavrov y Mike Pompeo, el lunes en Finlandia, este sábado Moscú ha anunciado de improviso que el canciller venezolano, Jorge Arreaza, viaja a la capital rusa. Este domingo le recibe Lavrov en la víspera de su reunión con Pompeo.
Según el Ministerio de Exteriores ruso, Arreaza tratará con su anfitrión ruso la situación en Venezuela después de que el opositor Juan Guaidó llamara a la población a acudir a cuarteles y bases del Ejercito para recabar su apoyo en contra de la dictadura de Nicolás Maduro.
Una de las cosas que Putin le dijo a Trump el viernes fue que los intentos de la oposición de forzar un cambio en el poder al margen del presidente «legítimo» obstaculizan una salida pacífica al conflicto en el país caribeño y minan la posibilidad de cualquier solución política.
Washington cree que Rusia actuó para impedir la dimisión de Nicolás Maduro y desmovilizar a la oposición a avisándole de que altos cargos del régimen tramaban derrocarlo. El chivatazo de Moscú, según Pompeo, hizo que el ministro de Defensa, Vladímir Padrino, entre otros, cambiasen de actitud en el último momento pese a haberse comprometido a participar en la caída del dictador. Pero Lavrov negó el jueves que Maduro hubiera llegado a plantearse su renuncia y abandonar el país.
Transición pacífica
En su llamada telefónica a Putin (el Kremlin insiste en que la iniciativa partió de Washington) Trump, le pidió que favorezca una «transición pacífica» en Venezuela en lugar de apuntalar a Maduro. Así lo aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien advirtió que, de todas maneras, «todas las opciones están sobre la mesa (…) el presidente hará lo que sea necesario». En ese momento, Pompeo, y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, se encontraban en el Pentágono analizando las variantes de una eventual intervención militar en Venezuela, si no quedara otro remedio.
Trump ha dicho a la prensa que el presidente ruso «no está buscando involucrarse en Venezuela», opinión que no comparten muchos de sus colaboradores. En cualquier caso, el jefe de la Casa Blanca calificó su conversación con Putin de «muy positivas», dando a entender que en Moscú hay disposición a colaborar. Ambos jefes de Estado, según el servicio de prensa de la Presidencia rusa, hablaron también de Ucrania, Siria, Corea del Norte y desarme nuclear. El Grupo de Lima hizo también el viernes un llamamiento a Rusia y Turquía para que propicien un proceso de transición democrática en Venezuela.
El viernes, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, dijo que la reunión que mantendrán Lavrov y Pompeo mañana en Rovaniemi (Finlandia) «tendrá Venezuela como tema central de las conversaciones», aunque tocarán también otros asuntos.