En un discurso pronunciado en el salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados, Su Majestad el Rey ha afirmado que “hoy, como Rey, símbolo de la unidad y permanencia del Estado, mi compromiso con la Constitución es más fuerte y firme que nunca. Como también es inequívoca la voluntad de la Corona de ser una Institución que incluya, integre y cohesione a todos los españoles.”
A su llegada al Congreso de los Diputados, el Rey ha sido recibido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; la presidenta del Senado, Pilar Llop; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y por el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes; entre otras autoridades.
Don Felipe se ha dirigido a continuación al Escritorio del Reloj del Congreso, donde ha saludado a los invitados al acto. Posteriormente, ha ocupado su lugar en la fila de honor, en el Salón de Pasos Perdidos, donde la presidenta del Congreso de los Diputados ha abierto el turno de intervenciones.
En sus palabras, Su Majestad ha afirmado que “el aniversario que hoy recordamos nos obliga a valorar con serenidad y rigor el principio democrático insustituible que fundamenta nuestra convivencia. El respeto al Estado social y democrático de Derecho en el que España se constituye desde 1978 y que hemos construido durante más de cuatro décadas, paso a paso y hombro con hombro, es condición previa y necesaria para esa convivencia y para el progreso de nuestra sociedad”. “De ahí que todos –ciudadanos e Instituciones– debamos sentirnos comprometidos y obligados a defender, proteger y preservar nuestra convivencia en democracia y libertad”, ha añadido.
Su Majestad ha explicado que “hace hoy 40 años España vivió un ataque de extraordinaria gravedad contra su sistema democrático de derechos y libertades, aprobado por la Constitución de 1978. El Congreso de los Diputados permaneció temporalmente cautivo por la actuación de fuerzas contrarias al camino de libertad y progreso emprendido por los españoles con una gran ilusión y esperanza en el futuro”. Pero “el rechazo institucional y ciudadano a la ruptura de nuestro marco de convivencia fue decisivo para detener y vencer aquel golpe de Estado. Igualmente, la honda convicción democrática de los parlamentarios y miembros del Gobierno, que durante aquellas largas horas del 23 al 24 de febrero de 1981 fueron retenidos aquí en esta Cámara, confirmó el sentir de los ciudadanos a los que representaban y a los que servían.
“Al recordar aquellos momentos quiero, con gran admiración y gratitud, significar en la persona del Presidente del Gobierno Adolfo Suárez González, a una larga lista de hombres y mujeres, civiles y militares, que todos tenemos en mente, que ofrecieron esa noche, también junto a los medios de comunicación, un ejemplo de coraje y de lealtad a las instituciones del Estado y a nuestra Constitución”, ha añadido el Rey.
“Y ante aquella inaceptable fractura del legítimo y legal orden democrático, el Rey Juan Carlos I asumió como Jefe del Estado su responsabilidad y su compromiso con la Constitución para que se tomaran –y cito textualmente– “todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente”. Así lo comunicó a todos los españoles en un mensaje televisado que ya forma parte de nuestra memoria colectiva. Su firmeza y autoridad fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia”. “Esa noche yo fui testigo también –todavía niño– de aquel episodio histórico y aprendí el inmenso, el incalculable valor que tiene la libertad para el pueblo español”, ha explicado.
Al referirse a la Constitución, el Rey ha afirmado que “hoy, cuando celebramos la victoria de la democracia aquel 23 de febrero del año 1981, es una ocasión muy oportuna para reconocer y ensalzar la plena vigencia y fortaleza de sus valores y principios; y para reafirmar y renovar el compromiso de todas las instituciones del Estado con nuestro sistema democrático de derechos y libertades. Se lo debemos a quienes lo defendieron entonces; se lo debemos a las nuevas generaciones en cuyas manos estará el futuro de España; se lo debemos, en definitiva, al pueblo español que, días después de aquella noche que hoy recordamos, manifestó de manera ejemplar su defensa de la libertad, la democracia y la Constitución”.
Tras el acto, Su Majestad el Rey, acompañado por los representantes de los poderes del Estado y por los ponentes de la Constitución presentes, han conversado unos minutos en el hemiciclo de la Cámara.