¡Siete Gestos Cotidianos que Confunden a Tu Perro Sin que Te Des Cuenta – ¡De la Cortesía Humana a la Intimidación Canina!

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¡Somos sus mejores amigos, pero a veces hablamos idiomas que chocan como trenes en la noche! Aunque creemos que nuestros gestos son pura amabilidad, para los perros pueden ser señales de tensión, amenaza o invitación equivocada. Un estudio de etólogos y adiestradores, recopilado por expertos en Kinship, revela siete situaciones cotidianas donde confundimos a nuestros peludos sin mala intención –de mirar de frente a empujarlos cuando saltan–, generando estrés o malentendidos que rompen la armonía en casa. ¡En un mundo donde la comunicación canina se basa en cuerpo y tono, estos «fallos humanos» no son desobediencia perruna; son cruces de cables que podemos arreglar con un poco de empatía y aprendizaje! Descubre cómo tus «buenas maneras» podrían estar diciendo lo contrario a tu fiel compañero, y transforma la convivencia en un baile perfecto.

  1. Saludar de frente y agachados Para nosotros, inclinarse y mirar a los ojos es educación pura. Para un perro, es intimidación: postura frontal que invade espacio y puede sonar a desafío, especialmente en tímidos. Solución: Gira el cuerpo ligeramente, evita la mirada fija y agáchate de lado. Deja que él decida acercarse –así transmites calma real.
  2. Empujarlos cuando saltan de alegría Ese salto emocionado es amor puro, pero apartarlo con manos es, para él, ¡invitación al juego! Interpreta el contacto como «¡más, más!». Solución: Ignora el salto (gira y cruza brazos) y premia solo cuando se siente. La calma trae caricias; la euforia, nada.
  3. Contener la respiración en momentos tensos Un ruido extraño o susto nos hace tensarnos y aguantar el aire. Los perros lo captan al instante y se estresan: «¿Qué amenaza hay?». Solución: Habla suave –cualquier frase vale–, obliga a respirar y transmite «todo bien».
  4. Usar tono que contradice las palabras Decir «ven» con voz dura suena a regaño; «quieto» alegre, a juego. Los perros priorizan el tono sobre la palabra. Solución: Voz serena para calma, animada para acción. Coherencia total.
  5. Decir «quieto» y girarnos para alejarnos Les pedimos quedarse, pero al darles la espalda, su instinto dice «¡sígueme!». Solución: Retrocede sin girar, manteniendo contacto visual hasta volver.
  6. Iniciar juego con movimientos bruscos sin señal Una carrera repentina puede leerse como amenaza si no hay código previo. Solución: Usa juguete o gesto claro para marcar «¡juego on!».
  7. Interactuar para pedir espacio Decir «no» o mover manos para apartarlos refuerza su atención: «¡interacción = premio!». Solución: Mira lejos, gira cabeza con barbilla alta –mensaje canino de «no disponible ahora».

Estos malentendidos no son terquedad perruna; son diferencias de idioma que, al entenderlas, fortalecen el vínculo como nunca. ¡Tu perro no desobedece; solo lee mal tus señales humanas! En Agencia6, celebramos esta empatía que une especies: ¡por menos confusiones y más lametones de comprensión! ¿Cuál te ha pasado? Comparte en comentarios y síguenos para más tips caninos – porque un gesto equivocado hoy es un amigo feliz mañana.

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