¡El plató de ‘El Hormiguero’ se convirtió en un circuito de emociones a todo gas este lunes! Álex Márquez, el subcampeón mundial de MotoGP 2025 y el hermano menor que ha eclipsado a leyendas, se sentó frente a Pablo Motos para destapar el volcán de sentimientos que bulle cada vez que se calza el traje y acelera contra su propio ADN: Marc Márquez, el octocampeón que no perdona ni un milímetro de asfalto. Con una sonrisa que esconde un pulso de nervios y orgullo, Álex reveló el «hormiguero» –ese cosquilleo incontrolable– que le recorre la espalda al competir contra su hermano: «¡Qué pesado! A la mínima te ataca». ¡Palabras que han encendido las redes, recordándonos que en la pista, el lazo familiar se transforma en una batalla épica donde el amor y la adrenalina chocan a 350 km/h!
La charla, grabada en los estudios de Antena 3 y emitida este lunes 24 de noviembre, fue un repaso vertiginoso a una temporada de ensueño para Álex: su primera victoria en la categoría reina en Jerez –»la catedral del motociclismo»–, donde sintió cómo la afición «empujaba la moto desde las gradas a las 6:30 de la mañana», y un subcampeonato que lo catapulta a Ducati oficial en 2026, con la misma bestia roja que pilotará Marc. Pero el meollo, el que dejó al público conteniendo el aliento, fue esa rivalidad fraternal que no es odio, sino un fuego sagrado. Álex lo pintó vívido: en Montmeló, tras una caída en la carrera Sprint donde lideraba por dos segundos, resucitó el domingo para ganar por décimas, viendo cómo Marc «sufrió» desde atrás. «No le puedes dar el mínimo espacio; si le das la mínima esperanza, te ataca», confesó, riendo con esa mezcla de cariño y respeto que solo los hermanos Márquez saben manejar. ¡Imagina: el hombre que ha vencido a gigantes como Quartararo o Bagnaia, admitiendo que contra Marc, cada curva es una guerra personal!
Pero detrás de las anécdotas hay un pacto de acero, forjado en el garaje familiar de Cervera. «No nos gusta tirar al otro, y por eso hicimos ese pacto: nos tratamos como a cualquier piloto», reveló Álex, desmontando mitos de sabotajes. Los errores en pista –esos roces por «medio metro» que duran un suspiro en 44 Grandes Premios al año– son instinto puro, no maldad: «Ocurre por la adrenalina, no por querer hacerle daño». Es el equilibrio perfecto entre competencia feroz y lazos irrompibles, un equilibrio que Álex valora como su mayor victoria. Su año? «Mejor que nunca», con un salto cuántico gracias a una moto que «se alineó perfectamente» y un equipo que lo elevó a las nubes. Para 2026, con Marc en la misma Ducati, el consejo es oro: «Hay que picarle poco, decirle ‘qué bien lo haces’ para que no se descontrole». ¡Risas garantizadas, pero un subtexto de estrategia maestra!
Esta no es solo una entrevista; es un vistazo al alma de los Márquez, donde el «hormiguero» de competir contra tu espejo te hace más fuerte, no te rompe. Álex, con su humildad de guerrero, humaniza a los dioses de MotoGP, recordándonos que tras los podios hay hermanos que se empujan mutuamente al límite. ¿Se repetirá la magia en 2026, o la rivalidad fraternal explotará en chispas rojas? En Agencia6, el motor ruge: ¡Álex y Marc no paran, y nosotros tampoco!
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