¡Un acelerón que ha puesto los pelos de punta a la Guardia Civil y podría costarle caro a una joven mallorquina! Una conductora de 21 años ha sido cazada por el radar de Tráfico circulando a más de 180 km/h en un tramo de la carretera de Alcúdia (Ma-13) limitado a 80 km/h, un exceso que duplica con creces el límite y la coloca en el punto de mira por un delito contra la seguridad vial. El vehículo deportivo –un modelo de alta gama que volaba por el punto kilométrico 39,400 en Sa Pobla– activó el radar el pasado martes 9 de diciembre, en una vía de un solo carril por sentido donde los accidentes son un fantasma constante. ¡La Guardia Civil ya ha abierto investigación formal, recopilando pruebas que podrían derivar en penas de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses, trabajos comunitarios o retirada del carnet de 1 a 4 años! En una isla donde la velocidad mata y las carreteras secundarias son trampas mortales, este caso no es un anécdota; es un aviso rojo que clama por responsabilidad al volante.
El suceso, captado con precisión quirúrgica por el radar fijo de la Benemérita, ocurrió en pleno día y en un tramo especialmente delicado de la Ma-13 –la arteria que une Palma con Alcúdia, plagada de curvas y cruces peligrosos–. La joven, residente en la isla y al volante de un deportivo que rugía como un león desbocado, rebasó el límite de 80 km/h por más del doble, un exceso que el artículo 379.1 del Código Penal castiga con mano dura por poner en riesgo grave la vida de otros usuarios. «Es un punto sensible a accidentes; la velocidad excesiva es el principal factor de siniestralidad», recuerdan fuentes de la Guardia Civil, que ya han identificado a la conductora y preparan el informe para el juzgado. No hay detalles sobre si iba sola o con acompañantes, pero el vehículo –de alta cilindrada– ha sido el protagonista involuntario de una imprudencia que podría haber terminado en tragedia.
La investigación avanza a toda máquina: los agentes de Tráfico han recopilado imágenes del radar, testimonios y datos del vehículo para sustentar la acusación por delito contra la seguridad vial –un tipo penal que requiere superar en 60 km/h el límite en vías urbanas o 80 km/h en interurbanas, algo que aquí se cumple con holgura. La joven, de 21 años y sin antecedentes conocidos por ahora, enfrenta un futuro judicial que duele: además de la posible pérdida del carnet –un golpe mortal para la movilidad en una isla–, las penas incluyen prisión efectiva en casos graves. «La velocidad mata; respetad los límites», insiste la Benemérita en campañas que, tras este caso, resuenan con más fuerza en Mallorca, donde los excesos en carreteras secundarias como la Ma-13 son un mal endémico.
Este no es un caso aislado; es el pulso de una España donde la velocidad causa el 20% de los accidentes mortales, con jóvenes al volante como grupo de riesgo. En Baleares, con su red viaria limitada y turística, los radares no perdonan: solo en 2025, más de 5.000 multas por excesos graves en la Ma-13. ¿Lección aprendida, o seguiremos viendo deportivos volando bajo el radar? En Agencia6, el velocímetro late con esta imprudencia que no avisa: ¡180 km/h en zona de 80 no es libertad; es ruleta rusa! ¿Conoces casos similares? Comparte en comentarios y síguenos para más alertas viales – porque un acelerón puede costar una vida.
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