En un artículo de máximo interés firmado por el meteorólogo Mario Picazo, se analiza la influencia de la tragedia vivida hace una semana en Estados Unidos y Bahamas con el huracán Dorian, con el desastre y devastación que está dejando en el sureste de España la gota fría que amenaza con elevar los daños este viernes 13 de septiembre de 2019.
Según el reputado meteorólogo, después de más de dos semanas de periplo por el Atlántico, el huracán Dorian se ha deshecho, aunque sus restos ya circulan por la corriente en chorro que atraviesa el Atlántico norte.
Este fin de semana atravesaba el norte de Terranova, Canadá, convertido ya en una profunda zona de bajas presiones. Posteriormente, interaccionaba con la corriente en chorro, y estas próximas horas ayudará a intensificar el flujo norte-sur de la corriente en el extremo occidental de Europa.
Los restos de Dorian circulan ya cerca de Islandia. Durante las próximas horas, ayudará a fortalecer el flujo sur-norte hacia su posición. Una dinámica atmosférica que a su vez que fortalecerá la circulación de la vaguada posterior, opuesta en dirección (norte-sur), por el oeste del continente.
Esa amplificación del flujo norte-sur, está facilitando la fragmentación de una bolsa de aire frío en niveles más altos de la atmósfera y la formación de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Está atravesando la península de norte a sur, recorriendo principalmente la mitad este peninsular y Baleares.
Durante las próximas 24 a 48 horas, el oeste de Europa estará dominada por esa marcada circulación norte-sur, acompañada de una meteorología más inestable y fría. Mientras, el centro del continente, desde Italia hasta Escandinavia, experimentará una circulación opuesta
Un flujo sur a norte, que aunque no tan intenso como el procedente del Atlántico, favorecerá el transporte de aire cálido desde el norte de África hacia latitudes altas. Con esa dinámica atmosférica, se esperan temperaturas bastante más elevadas de lo habitual en algunas zonas del norte de Europa.
Los pronósticos apuntan a que las anomalías positivas pueden llegar a ser de hasta diez grados en Escandinavia, los países Bálticos y Rusia occidental.
Mientras, en el extremo suroccidental del continente, incluyendo España, las temperaturas diurnas se situarán entre diez y doce grados por debajo de la media habitual a estas alturas que, recordemos, estamos en verano.
En algunas zonas del norte, como el Cantábrico oriental y en la vertiente Mediterránea, esas lluvias están teniendo carácter tormentoso y torrencial, acompañadas de intensos vientos y fuerte oleaje en zonas de costa. Hasta 440 litros por metro cuadrado se han recogido en la Vall de la Gallinera en Alicante, con su cabecera en Beniarrés y Onteniente, donde todos hemos visto lo sucedido en las últimas horas, algo jamás visto.
Cataluña, Baleares, la Comunidad Valenciana, el este de Castilla La Mancha, el sur de Aragón, Murcia, o el este de Andalucía podrían acumular importantes cantidades de agua en poco tiempo a las ya acumuladas desde el pasado lunes, y como consecuencia, experimentar riadas e inundaciones cada vez más frecuentes por estas fechas. Las imágenes de hoy en las provincias de Alicante, Murcia y Albacete lo dicen todo.
Por desgracia son muchos los daños y las víctimas ya han empezado a computarse. Ojalá las cifras no nos recuerden otras tragedias que forman parte de los libros de historia. Esta gota fría ya pasará a ellos como la primera vez que se decretó alerta roja en la historia de la meteorología española.
