Agencia6 desea reconocer la gran labor de la Guardia Civil en beneficio de todos los españoles. Y lo hacemos porque en nuestra exclusiva de hoy hay alguna que otra actuación de miembros de la Benemérita que no dejan en buen lugar al Cuerpo. Eso sucede en todos los gremios, en todas las casas, y en el Instituto Armado Español con funciones policiales no podría ser menos.
Dicho esto, adentrémonos en lo que ha sido rabiosa actualidad en las últimas semanas durante la celebración del juicio contra los siete acusados por asesinato del alcalde de Polop de la Marina en octubre de 2007, Alejandro Ponsoda. Todos fueron absueltos por sentencia del jurado popular que escuchó a todas las partes en la Audiencia Provincial de Alicante.
La “clave” en todo el proceso ha estado en la persona que pueden ver Ustedes en esta fotografía que ofrecemos, extraída de las redes sociales del “testigo protegido”, a quien nadie parece ser que le aconsejó ser prudente en sus comparecencias en la red. Su “colaboración” con la UCO parece ser que le abrieron las puertas de despachos para presumir públicamente (detalle muy importante) de sus relaciones con altos mandos policiales y militares, cuando en la época del crimen de Polop era una persona prácticamente desahuciada.

No sólo ha presumido durante todo el tiempo de la investigación de contactos con la cúpula de la Guardia Civil, sino también de su nueva vida. Vean sus propios comentarios en internet mientras se le buscaba para citarle al juicio donde ha sido el protagonista.



Fue precisamente esa fotografía la que alertó al equipo de investigación de Agencia6, quien puso en conocimiento de la Justicia la circunstancia a través de los abogados de los siete acusados, siendo localizado a través de la matrícula del vehículo, dado que consta como propietario del mismo. El testigo protegido había huido de Madrid y se había desplazado a Puerto de Sagunto. Estos son detalles menores, pero relevantes bajo nuestro punto de vista. Vayamos con la torpeza de una investigación que ha mantenido en vilo a todo un pueblo doce años, y que sólo ha servido para hacer daño a siete familias, arruinadas por falsas acusaciones y por una prensa que desde el primer momento acusó a personas ahora absueltas e inocentes en la causa.
El crimen de Polop tuvo un impacto mediático fuerte que necesitaba encontrar el autor de la muerte de Alejandro Ponsoda. La Guardia Civil, en su primer informe realizado a los cuatro meses del asesinato, se centraba en las diferentes líneas de investigación, con el urbanismo como pieza clave, aunque también se hablaba de su vida privada como posible vínculo con la muerte del alcalde. Éste fue el primer informe emitido por la investigación de la Benemérita:


En aquel momento de emitir ese informe, alguien a quien posteriormente se le creyó a pie juntillas, y ha terminado siendo el testigo protegido en la causa, había escuchado (según sus declaraciones), que un grupo de personas (los acusados) habían urdido el asesinato en el interior Club Mesalina de Finestrat.
¿Cómo es posible dar credibilidad a alguien que dijo escuchar aquello en el verano de 2007, no abrió su boca hasta el año 2009?. Además, y por si fuera poco, la propia Guardia Civil de Altea, que había tratado al “caballero”, llegó a declarar ante el juez que este testigo protegido era un “farsante”, con antecedentes de todo tipo, “siendo incomprensible que la UCO lo haya cogido como testigo en la causa ”
Según ha sabido Agencia6, todos los antecedentes penales y policiales del testigo protegido, así como su historial médico, fueron borrados de las bases de datos tanto del Ministerio del Interior como de la Consellería de Sanitat de la Comunidad Valenciana. Su petición de testigo protegido ante la juez de Villajoyosa instructora del caso se produjo el 15 de julio de 2009, alegando “tener miedo tanto él como su novia”. Ya no sólo intenta rehacer su vida él, sino que aprovecha y mete a su novia en la “nueva vida” de la que hemos visto que ha presumido en las redes sociales. Su novia tenía orden de salida de España, y a partir de entonces campó a sus anchas sin problema alguno, más bien con muchos beneficios como estamos viendo.

A todo esto, un mes antes había declarado en el Juzgado de Villajoyosa el que secretario municipal del Ayuntamiento de Polop en las fechas del crimen, Don Antonio Fuentes Murcia, quien hizo un matiz preocupante ante la juez. Aquel 4 de junio el fedatario público del Consistorio polopino dijo que había declarado tres veces lo que volvía a decir, pero que no constaba en el sumario aquello que él había dicho a la Guardia Civil en su día, y que era que Alejandro Ponsoda le visitó en su despacho una semana antes del crimen y le dijo que “me han amenazado de muerte por teléfono”.

¿Cómo es posible que ante aquella alerta lanzada por el propio alcalde, nadie hiciese nada para evitar el crimen? ¿Por qué la Guardia Civil no hizo constar en un principio aquellas palabras de Alejandro Ponsoda, puestas en boca del secretario municipal, quien tuvo que reiterar su declaración ante el juez por tercera vez?

El testigo protegido, nacido en enero de 1970 en Portugal, había llegado a España en los años 90, trabajando de portero en varias discotecas del Rincón de Loix de Benidorm. Según los informes médicos, debía ser consumidor de drogas duras, como la cocaína, dado que tenía diagnosticada una necrosis del tabique nasal producida por el consumo.
Durante aquellos años, hizo de stripper en algunos locales nocturnos mientras intercalaba su trabajo como porteros en clubes de alterne, donde solía tener problemas que le hacían durar poco sus contratos. En uno de esos locales conoció a su pareja o novia.

La Guardia Civil sabía que este testigo protegido había tenido denuncias por violencia contra sus parejas, en incluso había estado en prisión por diferentes causas. También se sabía que él se había hecho pasar por Policía Internacional, como puede verse en este carnet al que ha tenido acceso Agencia6.

Con este carnet, era habitual que actuase contra turistas y traficantes de droga en Benidorm, a quienes presuntamente robaba todo tipo de enseres y drogas, a la par que presumía de haber sido mercenario en la Guerra de Angola, una guerra que finalizó en 1974, cuando él tenía tan sólo cuatro añitos. Todo era una mentira elevada a la enésima potencia, auspiciada por una investigación de un crimen de un alcalde como Alejandro Ponsoda y un pueblo como Polop que necesita saber quién fue el autor o autores de la muerte de su alcalde.
Como hemos visto, él pide ser testigo protegido junto a su novia el 15 de julio de 2009. Curiosamente, con fecha 19 de julio, cuatro días más tarde, acude al Centro de Salud del Rincón de Loix donde se le receta tomar “codeína y diazepam” porque decía que no dormía bien por las noches.
¿Acaso no dormía porque sabía que una vez más estaba mintiendo, en este caso ante un crimen e imputando a siete familias que llevaba directamente a la ruina? ¿Fue por eso quizás?
A todo esto, como consta en las declaraciones del sumario, igual decía que trabajó en el Club Mesalina de portero en la primavera de 2007, que en verano de aquel año, que igual llegó a decir “no me acuerdo desde cuando trabajé”, cuando ha quedado acreditado que empezó a hacerlo ocho meses más tarde del asesinato de Alejandro Ponsoda, por tanto, es imposible que escuchase lo que dijo escuchar en un reservado del club de alterne. Y como dijimos antes, si lo hubiera escuchado, ¿por qué lo calló durante dos años?. ¿Acaso era cómplice?.
Vean la declaración que hizo sobre el aspecto físico de Juan Cano, principal acusado. Todos sabemos que es un hombre de complexión fuerte y de una estatura cercana a los dos metros:

La UCO sabía que “su” testigo protegido había trabajado como seguridad en locales teniendo antecedentes penales y sus facultades perturbadas, algo que está prohibido por Ley
Su tratamiento médico le aconsejó a estar tomando “tranxilium10” hasta la primavera de 2010, por tratamiento de su insomnio. Y con todo ello, se dejó todo el peso del proceso en su palabra, en sus declaraciones, en su testimonio, en sus mentiras y su negligente forma de proceder.

Este testigo protegido, a quien la UCO convirtió en protagonista del proceso, encaja perfectamente según expertos consultados por Agencia6 en ese dicho popular que dice “Excusatio non petita, accusatio manifesta”.
Una persona relacionada con el mundo de la prostitución, que dio detalles falsos sobre la autoría, cuando la propia Guardia Civil demostró en su investigación allá por 2008 que Alejandro Ponsoda en su vida privada visitaba burdeles y contactaba con gente del gremio, gastando incluso cantidades ingentes de dinero a través del teléfono, ¿no suena como mínimo algo raro que hubiese necesitado una investigación brillante a las que nos suele tener acostumbrados la Benemérita?

Para muchos comunicadores de la zona, el crimen contra Alejandro Ponsoda nos puso en alerta. Conocíamos bien al alcalde polopino, conocíamos bien su entorno, y sabíamos que algo estaba fallando de forma estrepitosa en la investigación sobre quién o quiénes fueron los autores de su asesinato. De ahí que ya hace más de una década estuvimos haciendo nuestra particular investigación, que quedó plasmada en publicaciones de la época, tal y como reproducimos:


Pero la cosa no sólo quedó ahí. Ya en 2011, la lógica y el sentido común nos llevaban a decir a algunos comunicadores que los acusados iban a quedar absueltos si el juicio contaba con las garantías constitucionales, como así ha sido. En ese juicio, la Fiscalía llegó a decir que “quien mató a Alejandro se pasea por las calles de Polop”. Ahora debe actuar conforme a esas declaraciones y poner el dedo sobre esa persona o personas. Los españoles queremos Justicia en mayúsculas, y cuando se ha estado esperando doce años en este procedimiento, al menos se requiere respeto y actuación de inmediato para esclarecer un crimen que ahora vuelve al minuto uno de nuevo. Toca investigar, y pruebas hay más que suficientes para dar con el autor o autores.

Como ven, hubo algún medio que publicó pruebas y testimonios hace una década que fueron descartados por la Guardia Civil en sus investigaciones. Fuimos los autores de ello. Tiempo tendremos para ampliar a través de reportajes especiales este crimen. Ahora quizás sea cuando se retomen las investigaciones y se logre dar luz al episodio más negro vivido en la comarca de la Marina Baixa en la historia reciente. Polop merece saberlo todo, y por ende, España.

Por toda las mentidas que a dicho durrante años se merece pasar resto de su vida en la carcer