Asunción Balaguer, decana de las actrices españolas, ha fallecido este sábado en Cercedilla (Madrid) a los 94 años como consecuencia de un fallo multiorgánico, ha informado en un comunicado AISGE (Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión), entidad de la que la artista era la socia número 3.
Viuda del actor Paco Rabal, madre del director de cine Benito Rabal y la artista e intérprete Teresa Rabal, así como abuela del también actor Liberto Rabal, la actriz fue condecorada en 2012 con un premio Max de teatro.
Balaguer, que había cumplido ya 94 años el 8 de noviembre, fue ingresada hace una semana después de sufrir un ictus en su domicilio de Alpedrete, el municipio serrano donde fijó su residencia a principios de los años ochenta en compañía de su marido, Paco Rabal. Su cuerpo será velado en el tanatorio de Collado Villalba y, tras la incineración, sus hijos, Benito y Teresa Rabal, trasladarán las cenizas a Águilas (Murcia), donde descansan desde 2001 las del protagonista de Los santos inocentes.
Asunción Balaguer nació en Manresa (Barcelona) en 1925, en el seno de una familia burguesa, y recordaba con nitidez cómo la llegada de la II República en 1931 le permitió «acceder a las publicaciones que amontonaban mis hermanos, sobre todo las de literatura rusa» y adquirir ciertas nociones básicas de «liberación femenina», truncadas tras la Guerra Civil.
UNA NUEVA VIDA ARTÍSTICA A LOS 75
Se subió por primera vez a un escenario a los 13 años, en una función de Santa Teresa de Jesús a cargo del Institut del Teatre, y conoció a un jovencísimo Francisco Rabal Valera ya en Madrid, cuando este se incorporó a la compañía Lope de Vega.
Durante su más de medio siglo de matrimonio relegó en parte su faceta interpretativa, pero cuando enviudó, a los 75 años, retomó la vida artística y escribió sus mejores páginas como actriz. Entre 2010 y 2013 obtuvo cuatro premios consecutivos de la Unión de Actores, en 2012 la revista Teleprograma distinguió toda una vida de dedicación al oficio con el TP de Oro y en 2013 recogería el Premio Max a la actriz de reparto por el musical Follies, en el que cantó y bailó en las mejores escenas.
A lo largo de esta segunda juventud artística, Asunción Balaguer no dejó de recibir gestos de admiración hacia su figura. El cineasta Javier Espada le dedicó en 2014 el documental Una mujer sin sombra, que entrelazaba los recuerdos vitales de Balaguer con los testimonios de sus allegados; desde sus hijos, Teresa y Benito, hasta Pilar Bardem, Sancho Gracia, Ángela Molina, Pepe Viyuela, Patricia Reyes Spíndola o Giuliano Montaldo.
También tuvo tiempo para conquistar la pequeña pantalla. Los televidentes la recordarán siempre por sus aportaciones a Gran hotel, La que se avecina, Pulseras rojas, Los misterios de Laura… Y recientes son sus tres últimos trabajos televisivos para Olmos y Robles, Chiringuito de Pepe y Merlí.
Entre los espectadores catalanoparlantes resulta particularmente inolvidable también su papel para la película Barcelona, noche de invierno (Dani de la Orden, 2015), donde no dudó en encarnar a la novia lesbiana de otra emblemática intérprete barcelonesa, Montserrat Carulla.
La actriz fue consejera de la entidad y patrona de la Fundación AISGE entre 2020 y 2018 y además asumió la presidencia vitalicia del jurado del Premio Paco Rabal de Periodismo Cultural, instaurado en 2007.