Sus últimos movimientos personales trasladándose al «casoplón» de La Navata en Galapagar le empieza a pasar factura al líder de Podemos, entre otras muchas cosas. Pablo Iglesias no atraviesa por su mejor momento en el aspecto político. El fracaso de las negociaciones con Pedro Sánchez, los malos resultados electorales y las continuas críticas que recibe de los miembros de su propio partido le presionan. Como último golpe, la rama anticapitalista de la formación, en boca de su portavoz, Raúl Camargo, afirma que el liderazgo de Iglesias “no ha sido positivo” y piden una “reconfiguración” total del partido.
El desplome de Podemos en las últimas elecciones generales, autonómicas y municipales debilitó a Iglesias como líder. Esto permitió a los anticapitalistas ganar peso en el partido. Cabe recordar que los ‘anticapis’ están representados actualmente por figuras clave para los morados. Uno de los ejemplos más importantes es el de ‘Kichi’, que se ha convertido en el único alcalde de Podemos que ha mantenido el cargo. También destaca el papel de Teresa Rodríguez, portavoz del partido en la Junta de Andalucía y una de las caras más visibles de la oposición contra el Gobierno de Juanma Moreno. Por otro lado se encuentra Miguel Urbán, eurodiputado morado y de gran importancia a nivel europeo para el partido.
Las palabras de Camargo caen como un jarro de agua fría sobre Iglesias y sobre toda la cúpula del partido afín al líder
En una entrevista concedida a Europa Press, el portavoz de la rama de Podemos ha asegurado que el liderazgo del secretario general «no ha sido positivo» para la formación morada y considera que una vez finalice el ciclo de elecciones e investidura, la izquierda alternativa debe ir hacia una reconfiguración del espacio, en el que se den fórmulas de cooperación entre actores políticos «más abiertas y menos dañinas» que las llevadas a cabo por la dirección de Podemos.
Camargo afea a los líderes de Podemos que “debe haber cultura de debate y de discusión, hasta ahora no ha funcionado bien”.
La formación morada siempre ha presumido de la independencia de la que disfrutan sus delegaciones en todo el territorio español. Algo que ha sido desmentido por Camargo, que considera importante una reestructuración.
Una de las mayores críticas que ha realizado Camargo ha sido la de la pérdida de esencia que ha sufrido Podemos en estos casi cinco años desde su fundación. En este sentido, señala que si bien el movimiento 15M no era ‘partidista’, la formación morada en su origen recogió «una parte de su espíritu», pero lamentan que tras la asamblea de Vistalegre I, se alejaron de esas formas iniciales al asumir un modelo organizativo más parecido a otras fuerzas. «Tras Vistalegre hay una ruptura clara con ese espíritu del 15M», indica Camargo.
Por eso, desde Anticapitalistas consideran que la izquierda alternativa debe ir hacia la construcción de una herramienta electoral «a la altura de los tiempos» huyendo del tradicionalismo de la izquierda, más o menos centrado, pero con un camino que no ilusiona al electorado como se ha visto tanto en abril como en mayo pasado.