Si es estudiante universitario, está en el último año de carrera, tiene dinero y le da pereza hacer el trabajo de fin de grado (TFG), está de suerte. Si es profesor universitario y quiere evitar que sus alumnos hagan trampas en sus trabajos académicos, lea atentamente las líneas que vienen a continuación.
Uno de estos casos es el de Jose Ramón, 24 años, estudiante de Derecho en Murcia. Esta semana expondrá su TFG ante su tutor y demás profesores de la carrera. Durante 10 minutos tendrá que explicar, con ayuda de un Power Point, cómo ha hecho el trabajo. Un dossier encuadernado de 30 páginas. «Parece sencillo si no fuera porque el trabajo no lo he redactado yo. Me inventaré la metodología, pero tengo que estudiar bien todas las hojas para que no me pillen«, explica.
«EL SECRETO PARA QUE NO TE PILLEN»
Hace tres meses José Ramón buscó un anuncio en el portal milanuncios y allí encontró varios anuncios relacionados con la realización de TFGs, con un nombre falso y una dirección de email, rellenó una solicitud en uno de estos portales y pasadas unas horas recibió una llamada, con pautas minuciosas para la realización de su trabajo.
La persona que le atendió le pidió una serie de datos para elaborar su presupuesto, «lo sorprendente es que es una empresa legal y cumplieron todo lo que decían». Al principio me cobraba 500 euros, pero negocié con ella para que se quedara en 450 euros», cuenta el estudiante, que hizo el pago en 3 veces, un pago adelantado antes de empezar, otro a mitad de entrega y la otra parte, una vez le había entregado el trabajo finalizado. En 15 días ya lo tenía. Un TFG adaptado al nivel de redacción de José Ramón.
«NO ES NECESARIO BUCEAR EN LA DEEP WEB»
No es necesario bucear en la ‘deep web’ para hacer un encargo. Aunque su actividad principal persigue «defraudar a las universidades» –y al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que será el que emitirá finalmente un título si es un grado o máster oficial-, estas páginas operan con total impunidad, al menos hasta el momento. Basta con ‘googlear’ las palabras adecuadas para encontrar numerosas páginas web especializadas en la realización de Trabajo Final de Grado (TFG) o Fin de Máster (TFM). Algunas de las empresas mejor posicionadas en los buscadores son TFGyMASTERS, Aprueba Todo y Gabinete de Estudios, pero existen muchas más. Las tres páginas mencionadas han declinado participar en este reportaje haciendo caso omiso a los correos electrónicos de Agencia6.com
¿FALSEDAD DOCUMENTAL?
Expertos penalistas consultados por este diario reconocen que es difícil incardinar este fenómeno en un hecho delictivo concreto aunque se puede hablar de falsedad documental desde el momento que los documentos elaborados por estas páginas sirven para la obtención de un título de una administración pública. Se excusan en:
» El centro de estudios se responsabiliza de realizar un material didáctico en base a las directrices entregadas por el cliente, pero no contempla el uso inapropiado por parte del alumno. Todos los materiales preparados por el servicio de tfgymasters, que sean recibidos por el Cliente son de carácter informativo y son solamente los patrones o la base para preparar su propio trabajo o proyecto. Por lo que tfgymasters no viola la Ley de Propiedad Intelectual 22/1987 y las Leyes 20/1992; 16/1993; 43/1994; 27/1995 y la 28/1995 de la Directiva 93/83/CEE. «
«Es muy difícil poder probar un delito, tendría el alumno que auto-inculparse y asumir las consecuencias legales que esto le conllevaría. Luego estas empresas se escudan en que la autoría legal es suya. No existe una regulación todavía para esto».
¿Incitación al delito?
Las páginas que ofrecen trabajos universitarios ¿cometen un delito? Todavía no esta tipificado como delito, pero si que puede tener como consecuencia para el alumno el inicio de expedientes disciplinarios y de procedimientos judiciales. “¿Estás cansado de hacer los trabajos que te exige la Universidad? ¿Quieres tener más tiempo libre?”. Así se presenta TFGyMAsters en la portada de su web. “Pruébalo una vez y seguro que repetirás”, apostillan en el apartado ‘Preguntas más frecuentes’.
Una de las máximas de su competidor Aprueba Todo es la siguiente: “Invertir en formación es una de las mejores cosas en las que puedes emplear tu dinero”. Eso sí, justo debajo, con un tamaño de letra bastante más pequeño, asoma la picaresca: “Consíguelo mientras disfrutas de tu tiempo libre, tu familia y amigos”.
Algunas páginas se presentan como webs de formación a distancia, aunque parece evidente que sus clientes aprenden más bien poco cuando hacen pasar por suyo un ejercicio en el que solo han invertido dinero.
Gabinete de Estudios, con oficina en Alicante según indica su página web, ofrece entre sus servicios “ayuda” para la resolución de prácticas. “Resolvemos cualquier ejercicio que nos propongas, ya sea práctico o teórico, de ciencias o de letras”, aseguran en su página web. También ofrecen resúmenes para estudiar solo aquello “esencial y relevante”, dicen, “sin tener que invertir más tiempo del necesario”. Esta empresa, con más de 85 colaboradores, tiene actualmente varias vacantes. Gabinete de Estudios busca en el momento de la preparación de este reportaje cinco “profesores colaboradores” para ayudar a los alumnos de diferentes estudios UOC. Piden que sean graduados o licenciados con un “excelente expediente académico” y ofrecen a cambio obtener una remuneración variable, “de acuerdo con el rendimiento y los resultados generales”, puntualizan en las ofertas.
Plan Bolonia
El Plan de Bolonia es uno de los ingredientes del fenómeno, responsable indirecto de la aparición de esta rentable estafa. Estas webs encontraron hace unos cinco años un nicho de mercado en la implantación de un modelo educativo que más allá de unificar criterios educativos en todos los centros europeos también se caracteriza por incluir multitud de prácticas en las asignaturas y un horario normalmente extensivo. Ya no basta con estudiar solo para el examen. “Con el Plan Bolonia es muy complicado estudiar y trabajar; y conozco gente que necesita trabajar y encarga algunos trabajos para centrarse únicamente en los exámenes porque suelen ser tipo test”, explica Lorena, una joven que prefiere no revelar su verdadero nombre para evitar represalias.
Lorena, movida por una mezcla de curiosidad e indignación, envió un currículo a una de estas páginas. “Únete a nuestro equipo de expertos para realizar trabajos a estudiantes y ganar dinero desde casa”, reza una de estas webs. Cuando hablan de “equipo de expertos” se refieren principalmente licenciados o graduados sin trabajo, pero también a estudiantes que encuentran en estos trabajos extras una manera de sacarse algo de dinero.
Negocio lucrativo
Lorena se dio de alta en una de estas webs, donde los candidatos deben detallar su área de conocimiento, y adjuntó su currículo. Solo 24 horas después era admitida y comenzó a recibir encargos. Si quería optar por alguno, tenía que poner un precio a sus servicios y entraba en una especie de puja a la baja. En otras palabras, el que trabajaba por menos dinero, se lo llevaba. Lorena realizó muchos trabajos, asegura y nos ha enviado los correos electrónicos que intercambiaba con uno de los responsables o coordinadores para desvelar el funcionamiento interno de este lucrativo negocio.
El año pasado, Lorena ganó unos 14.000 euros trabajando como ‘redactora’ de otros alumnos y no tiene mala conciencia por ello. «Entiendo que el fraude lo realiza el que presenta el trabajo como suyo, y no nosotros que vendemos la autoría legal del trabajo», puntualiza esta joven con dos carreras universitarias que sobrevive económicamente gracias a estos curiosos encargos. Aunque precario, Lorena disfruta de su trabajo. «Es la primera vez que me pagan por escribir, y me suelo postular para trabajos que me interesan. Si el tema no me motiva pongo el precio muy alto, para que me compense de alguna manera», añade.
El mercadeo entre colaboradores y los responsables de las webs se produce de espaldas a los clientes finales. Para estos últimos, el precio depende principalmente del número de páginas o palabras, pero también del proyecto que se encargue. Son precios cerrados. Pueden ser textos académicos, presentaciones de Power Point, TFG o TFM. En páginas como TFGyMasters es posible pedir presupuesto con unos pocos ‘clics’ en el apartado ‘PRESUPUESTO’. Por poner un ejemplo, recibir en la bandeja del correo electrónico un trabajo sobre ‘Análisis del turismo de salud en Europa’ para la asignatura de Turismo de 30 páginas cuesta 300 euros. Por algo más extenso, unas 40 páginas, se paga 420 euros. El tope están en las 100 páginas, y son 900 euros. Si el estudiante tiene alguna duda, siempre puede llamar de lunes a viernes a un teléfono 698, una línea movil.