Aunque ahora la llamen «dana» para demostrar desde el ámbito meteorológico que vamos «progresando», de poco o nada sirve que las tragedias vividas cíclicamente en nuestra provincia por las riadas e inundaciones sigan siendo las mismas de siempre porque aquí, en nuestra tierra, en Alicante y especialmente en la Vega Baja, parece que el progreso y la ingeniería no hayan llegado para lograr dominar la fuerza de la naturaleza como en cualquier país civilizado. Aquí siempre terminamos escuchando lo mismo de boca de quienes tienen la obligación de solucionar el temor real y temible que pende sobre nosotros cada vez que llega el otoño.
La hemeroteca siempre cumple una labor irrefutable en la sociedad cuando se trata de recordar buenos artículos y comentarios redactados bajo la pluma de profesionales serios. Y hoy quiero compartir con Ustedes un editorial del diario ABC de Alicante del 6 de septiembre de 1990. Han pasado ya casi treinta años de aquello, y el comentario que pueden ver en la fotografía valdría exactamente igual hoy en día, dos semanas despúes de la última «gota fría», que es como nos enseñó a llamarla el inolvidable Mariano Medina, el «hombre del tiempo» recordado por todos.
La hemeroteca sirve para demostrar con el devenir de los años, como es el caso, los aciertos, errores, verdades y mentiras de nuestros políticos, amén de contemplar desde la perspectiva del tiempo de la evolución de la propia sociedad, que en este caso, parece haber quedado estancada en el campo del encauzamiento de ríos y barrancos.
Miren amigos, cuando fue escrito ese artículo hace casi tres décadas, quienes gobernaban en Madrid, en Valencia y en nuestros pueblos era el PSOE, los socialistas. Ante las desgracias continuadas de los 80, siempre veíamos sus rostros en la televisión y otros medios hablando con las excusas de siempre, sin asumir responsabilidades, analizando positivamente los dispositivos de rescate, cuando de lo que se trata en de salvar a toda una sociedad que termina pagando con creces lo que costaría hacer bien las cosas.
Treinta años después la cosa se ha vuelto a repetir tras unas cuantas «gotas frías», y en ese tiempo tanto en Madrid, como en Valencia y nuestros pueblos han gobernado aquellos socialistas, los del PP, y también de otras formaciones que tampoco han forzado mejorar lo que tiene solución y sigue igual como hace décadas, algo imperdonable
Un país civilizado ya hubiese solucionado el mayor de los riesgos sobre comarcas como la Vega Baja. No se ha querido invertir en infraestructuras desde los puestos de mando de nuestros gobiernos, quienes no sólo nos han negado trasvases como el del Ebro para poder vivir en épocas de sequía, sino que además parecen sentirse a gusto viendo episodios repetidos de las mismas desgracias cada cierto número de años. En esto, y permítanme que sea muy duro, la culpa es nuestra. Si pese a ver que nos tienen abandonados, cuando llega el momento de hacer limpieza a través de las urnas no lo hacemos, luego nos toca limpiar otras cosas, como es el barro, la desolación, la desgracia y la miseria.
El tiempo, que es un juez insobornable, nos ha demostrado que ni han hecho nada ni ganas que tienen de hacerlo. Y no voy a entrar en ciertas fotos de los últimos días, donde políticos de rancio abolengo han venido hasta Alicante para hacerse la foto de marras y hablar de lo suyo, que por desgracia, nunca coincide «con lo nuestro». Ustedes ya me entienden. Un servidor, al menos, el 10 de noviembre no votará a ninguno de ellos. Ya me han engañado bastante, y me niego a mantener con mis impuestos a zánganos y golfos. Me planto, creo que ha llegado la hora de decir ¡¡¡Basta!!!
Feliz lunes!