Desde el gobierno valenciano se anuncia que muy probablemente en un par de años se podrá «cobrar» un dinero por reciclar botellas en una máquina, como viene sucediendo en algunos países del mundo desde hace más de una década, como es el caso de Finlandia. Estas medidas inentivan el reciclaje desde los niños a los ancianos.
La Comunitat Valenciana implantará un sistema de devolución de botellas de plástico de bebidas por incentivo económico antes de 2023, en cumplimiento de las obligaciones establecidas en la Ley de Economía Circular de la Comunitat Valenciana, una proposición de ley que se presentará antes de que acabe el año.
La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha hecho este anuncio durante la presentación de Reciclos, el sistema de Ecoembes de devolución y recompensa que llega a València y que supone «un primer paso» hacia los objetivos europeos de reconversión en recurso del 80% de los residuos en 2030 y del 90% en 2035.
Reciclos es un programa que permite al usuario acumular una suerte de puntos por la recogida de envases y botellas de plástico a través de una aplicación móvil.
Los contenedores amarillos incorporarán un código QR y además se instalarán 60 máquinas automáticas de reciclaje en los mercados municipales y otras ubicaciones estratégicas de la ciudad de València. Equipos que se irán ampliando a las 100 unidades en el primer semestre de 2021 y que harán de la experiencia en la Comunitat Valenciana la de mayor desarrollo a nivel estatal.
Las recompensas serán en forma de bonos de transporte público, fomento del comercio local o aportaciones a entidades sociales que incluirán próximamente «una bonificación directa sobre la tasa de tratamiento de residuos domésticos, en la línea de la desarrollada en la red de ecoparques de la Comunitat Valenciana», ha señalado Mollà.
La consellera ha valorado del nuevo sistema «que introduce un incentivo para quien lo hace bien, y una motivación para atraer a quien hasta ahora no lo ha hecho». Un mecanismo que separa los buenos comportamientos de los males mediante una estrategia de bonificación.
«Somos la comunidad autonóma con más experiencia en la aplicación de informatización de equipamientos públicos para el reciclaje y en la concesión de incentivos económicos directos», ha destacado en referencia a los 400.000 valencianos y valencianas que han obtenido ya una bonificación de sus tasas de tratamiento de residuos por las aportaciones separativas en ecoparques en 2019.
«Una política de incentivos con la previsión de acabar la legislatura con todos los ecoparques informatizados», ha añadido la consellera.
Los datos muestran la evolución positiva de la recogida selectiva en el territorio, a través de los ecoparques informatizados con sistemas de incentivo económico. La red de equipos informatizados aportó en 2019 el 8% de separativos en origen de entre el total de residuos domésticos, entre enero y octubre de este año la recogida selectiva de envases ligeros creció un 14% con respecto al año pasado y la previsión es alcanzar las 70.000 toneladas totales en 2020, frente a las 60.000 tn de 2019.
En su intervención, Mireia Mollà ha abordado el total control y transparencia del nuevo sistema al que habrá que darle un tiempo para evaluar qué rendimientos obtiene. En este sentido, la Conselleria ha exigido que los equipos sean compatibles con otros posibles contemplados en la ley nacional de residuos.
Mollà ha defendido conjugar diferentes sistemas de manera complementaria y necesaria para alcanzar los objetivos que marca Europa: «Ningún sistema por sí solo resuelve el problema». Entre las diversas iniciativas se integra el impuesto a vertedero con carácter finalista o las experiencias pioneras de recogida selectiva de acero y aluminio ligero y de recuperación del 100% del vidrio en el área metropolitana de València y otras áreas, actualmente en expansión y que alcanza ya más del 50 % de la población de la Comunitat Valenciana.
«Estamos decididos a liderar la gestión responsable de residuos a nivel estatal y a ser ejemplarizantes por nuestra posición vulnerable de territorio epicentro del cambio climático», ha concluido Mollà.
Ya iba siendo hora. Magnífica noticia.